La ceremonia de premiación que reconoce el carisma de los sacerdotes salesianos a la hora de difundir el Evangelio se celebró el pasado domingo, vía Zoom, bajo el lema “La predicación eficaz”.
En la cuarta versión del concurso -y con 40 votos cada uno- los sacerdotes Mons. Alberto Lorenzelli, Obispo Auxiliar de Santiago y P. Silvio Cesar da Silva, párroco de Santa Teresita en Sao Paulo Brasil fueron reconocidos por la fundación colombiana.
Empeñados en difundir la vida y obra del sacerdote Jaime Rodríguez Forero SBD como un ejemplo de vocación sacerdotal, en diciembre de 2009 se crea la Fundación Padre Jaime, que además se encarga de promocionar y apoyar en sus estudios teológicos a religiosos salesianos que se preparan para el sacerdocio. El padre Jaime Rodríguez centró su vida sacerdotal en la Eucaristía y en la acción pastoral. Además fue profesor e investigador en campos como la Teología, la Sociología y la Bioética.
En la búsqueda de referentes -y también como una forma de animarlos a seguir predicando con el corazón- en 2017 se crea este concurso en el que la comunidad salesiana elige a los religiosos que comparten características especiales del Padre Jaime, en diferentes facetas de su sacerdocio. En 2017 fue el turno del padre Tomás Jordán, quien recibió el premio por su carisma en el acompañamiento de los enfermos. En 2018 distinguieron al padre Jorge Atarama por su aporte a la construcción de la historia salesiana en Perú, y en 2019 al padre Alejandro Moreno, por el aporte pastoral que le da a su trabajo sociológico. Este año, 80 personas votaron durante un mes, dando por ganadores a los sacerdotes de Chile y Brasil.
Durante el encuentro, el padre Martín Pongutá, sacerdote salesiano de la Inspectoría San Pedro Claver, agradeció a la Providencia que en 2017 cruzó su camino con el del padre Lorenzelli cuando trabajó en la inspectoría salesiana en Londres. El padre destacó la premiación otorgada al obispo por la cercanía que muestra a la hora de compartir el Evangelio. “Muy pedagógicamente nos ha presentado el método para preparar la predicación como un modo de vivir más de cerca la misión que el Señor nos encarga”, señaló.
Por su parte, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santiago, agradeció la invitación al encuentro que catalogó como “hermoso y significativo para encontrarnos como familia salesiana”. El sacerdote destacó además la concordancia del premio con el Evangelio del 12 de julio, que justamente invitaba a reflexionar sobre el mensaje de Dios. “Es necesario sembrar esta palabra y poner la semilla en el terreno bueno. El primer terreno bueno somos cada uno de nosotros. Si esa palabra llega y dentro de nosotros es capaz de fructificar, entonces el anuncio es poder hacer vida y comunicar lo que el Señor nos dice”. afirmó.
El encuentro finalizó con una serenata presentada por los músicos locales Liliana Rodríguez y Diego Martínez, y la entrega simbólica de una moneda de 6 centímetros forjada por el maestro orfebre y ex alumno salesiano, Jaime León. Las palabras finales las tuvo Rosemary León Buitrago, fundadora de la organización, quien pidió a Dios y a María Auxiliadora, con la intercesión de Don Bosco y el padre Jaime, cuiden de sus sacerdotes para que así más salesianos prediquen la homilía con entrega, guiados por el Espíritu Santo.
Sobre el P. Alberto Lorenzelli
El padre Lorenzelli es hijo de una familia de inmigrantes italianos. Nació en Isidro Casanova, Provincia de Buenos Aires, Argentina, el 2 de septiembre de 1953. Regresó a Italia en 1972, a los 18 años, cuando ya había ingresado a la Congregación Salesiana.
Hizo su noviciado en Italia, realizando su primera profesión religiosa el 24 de septiembre de 1973. Fue ordenado sacerdote el 24 de enero de 1981, en Génova Sampierdarena, por imposición de manos del Card. Rosalio Castillo Lara.
Es Licenciado en Teología en la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma, Bachiller en Filosofía y en Ciencias de la Psicología en la Pontificia Universidad Salesiana de Roma.
Se desempeñó como profesor de materias literarias en la Escuela Media, jefe de estudios de la Escuela "Don Bosco" y Director del Instituto Técnico Industrial y Liceo Científico "Don Bosco" de Génova. Fue superior del Instituto "Don Bosco" de Génova Sampierdarena desde 1996 hasta 2002 y fundador y profesor de Teología e Historia de las Religiones en la Universidad de la Tercera Edad de Génova. Por cinco años trabajó como capellán-educador en la Cárcel de Menores en Génova. En 2001 fundó el primer Liceo Científico Deportivo de Italia, "Pierre De Coubertin" en Génova. Fue presidente de la FIDAE – Liguria (Federación de Institutos de Actividades Educativas) y miembro del Consejo Nacional de la Escuela Católica de la CEI (Conferencia Episcopal Italiana), desde 1999 hasta 2002.
Entre 2002 y 2006 ejerció como Inspector de la Inspectoría Salesiana Ligure-Toscana "San Juan Bautista". En la Conferencia de Inspectores Salesianos de Italia (CISI) fue referente de las Escuelas y de los Centros Salesianos de Formación Profesional, Medio Oriente, Albania y Suiza. En 2002 fue elegido Presidente CISM – Liguria y Vicepresidente Nacional, y en 2005 en Monopoli (Bari) fue elegido Presidente Nacional de la CISM (Conferencia Italiana de Superiores Mayores) y miembro de la UCESM (Unión de Conferencias Europeas de Superiores Mayores).
Desde 2006 a 2012 fue Inspector responsable del Sector Formación y Departamento Vocacional para la CISI. En 2008, el Rector Mayor lo nombra Superior en Roma a cargo de la Circunscripción de Italia Central.
En 2009 es reelegido Presidente Nacional de la CISM en Turín.
Desde marzo de 2012 hasta enero de 2018 se desempeñó como Provincial de los Salesianos en Chile, servicio que le permitió conocer la realidad pastoral y social del país. Tras concluir su servicio en Chile, el Rector Mayor de los Salesianos lo nombró Director de la Comunidad Salesiana del Vaticano y en noviembre de 2018 el Papa Francisco lo nombró capellán de la Dirección de los Servicios de Seguridad y Protección civil del Estado de la Ciudad del Vaticano.
El 22 de mayo de 2019 fue nombrado Obispo Auxiliar de Santiago por el Papa Francisco.
FUENTE: Comunicaciones Arzobispado de Santiago