La Familia Salesiana y amigos de Don Bosco de Santiago celebraron con una solemne Eucaristía la tradicional Fiesta de nuestro Santo Fundador, la que se llevó a cabo en el Templo Nacional Don Bosco de La Cisterna, durante la tarde del 31 de enero.
Junto a la conmemoración de su historia, legado siempre vigente y Pascua a la eternidad, se vivieron emocionantes momentos como la primera profesión religiosa de los jóvenes Gabriel Méndez y Matías Cifuentes, que se convirtieron en Salesianos de Don Bosco, asumiendo votos de obediencia, pobreza y castidad.
La jornada también marcó el inicio de las actividades de conmemoración por los 50 años del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS), que comenzó en 1974 y durante 2024 festeja cinco décadas de amor y entrega hacia los jóvenes del país.
La celebración fue presidida por el P. Nelson Moreno, Inspector de los Salesianos en Chile. Concelebraron los obispos salesianos, Cardenal Ricardo Ezzati y Mons. Alberto Lorenzelli, junto a salesianos de las diversas comunidades de Santiago y el país.
La reflexión central de la celebración fue la invitación del Rector Mayor, P. Ángel Fernández, a conmemorar el aniversario 200 del Sueño de los Nueve Años de Don Bosco.
Se destacó a los jóvenes como los protagonistas centrales del sueño y que, si se excluyeran, se perdería el sentido, relevancia y propósito final de nuestra misión salesiana.
Posteriormente fue ingresada al templo la imagen del Santo de la Juventud, precedida por jóvenes con banderas, en una larga procesión junto a su estatua. El P. Inspector inciensó el altar y la imagen de Don Bosco, mientras los asistentes cantaban.
Tras la lectura del Evangelio, en su homilía, el Provincial destacó: “Los sueños compartidos de Don Bosco se han ido realizando en el tiempo, una manifestación de ello es que dos hermanos nuestros están invitados a soñar el sueño salesiano. Gabriel y Matías harán su Primera Profesión Religiosa siguiendo al mismo Jesús Buen Pastor que se apareció y acompañó en sueños a Juanito desde su primera infancia”.
Refiriéndose a los consejos evangélicos señaló que “no son restricciones, sino una invitación a vivir con una mayor libertad y disponibilidad para amar y seguir a Jesús”.
Destacó que “la pobreza nos enseña a despojarnos de lo superfluo y superficial, a compartir con generosidad y a confiar en la providencia”… “la castidad, vivida con pureza de corazón, nos permite amar a Dios y a los demás de manera plena”… y la “obediencia nos conecta con la voluntad de Dios, guiándonos a la autoridad de nuestros superiores”.
Además, dedicó unas palabras al MJS: “Los sueños de Don Bosco se han hecho realidad en nuestra patria por medio del MJS que este año cumple 50 años desde su fundación al servicio y atención de tantos niños y jóvenes que han sido parte de este movimiento”.
“En la realidad chilena, donde los desafíos sociales son diversos, se presenta como una respuesta vital. Ofrece a los jóvenes de nuestras obras y sus entornos un espacio para expresar sus inquietudes, explorar su fe y participar activamente en la transformación positiva de la sociedad”.
Tras las palabras del Provincial, Gabriel Méndez y Matías Cifuentes hicieron sus primeras profesiones religiosas y firmaron el acto de este rito, entregándose libre, total y voluntariamente a la obediencia del Señor.
Oficiaron como testigos del compromiso los hermanos P. Osvaldo Valenzuela y P. Maximiano Ortúzar.
Acompañaron a los neoprofesos sus papás, Raúl y Lissette por parte de Gabriel; Sergio y Karina por parte de Matías, además de su abuela María Agüero.
Gabriel y Matías pronunciaron: “En presencia de mis hermanos, ante el P. Nelson Moreno Ruiz, que hace las veces del Rector Mayor de la Sociedad de san Francisco de Sales, aunque mi intención es ofrecerme a ti por toda la vida, sin embargo, según las disposiciones de la Iglesia, hago voto por 3 años, de vivir obediente, pobre y casto, según el camino evangélico trazado en las Constituciones Salesianas”.
El P. Nelson entregó a los nuevos profesos las Constituciones Salesianas, regla de vida de los Salesianos de Don Bosco (SDB) y la medalla, como signo de su respuesta al llamado del Señor.
Finalizadas las profesiones se realizó la liturgia eucarística, donde se destacó el aniversario del MJS. Con este motivo, grupos, comunidades y movimientos presentaron al altar diferentes signos de sus colectivos, como poleras, pañolines y chapitas.
Tras la comunión, los neoprofesos dirigieron palabras de agradecimiento a los presentes:
“Una vida sin Dios en el centro es una vida que no está completa. Permaneciendo en Él, lo que hacemos desde el inicio hasta el final del día son frutos de amor, nacidos de un corazón que desea trabajar por y para el reino”.
“Saludamos a los jóvenes, principales destinatarios de nuestra misión; al P. Daniel Costa, nuestro maestro de novicios que nos guió y acompañó en la etapa de noviciado en Uruguay y a la comunidad formativa; a los equipos de directivos de la Zona Sur y sus rectoras; a nuestros hermanos y obispos que nos acompañan”.
“Puede que tan solo hayan sido tres años de formación, pero para nosotros ha sido una vida intensa transformada por el mismo Cristo, un camino de revivir nuestra vida, aprender a ver a Dios en ella y reconocer cómo su maravillosa presencia nos ha mantenido”.
Revive la Fiesta de Don Bosco en Santiago aquí:
FUENTE: Comunicaciones Salesianos Chile
Hermosa fiesta y excelente homilía.
Don Bosco siempre presente.
Un abrazo
Jaime Fuster Zavala