Gonzalo Peralta, joven chileno de 26 años que trabaja en el Colegio Salesianos Talca, participó como voluntario misionero en el Proyecto Salesiano “Chicos de la Calle” y compartió por nueve meses con niños y jóvenes de la Unidad Educativa San Patricio (UESPA) y Centro de Acogida “Mi Caleta”, en Quito, Ecuador.
Su trabajo en UESPA constituyó en impartir clases para 90 estudiantes de diferentes edades y niveles de educación.
Son 12 los beneficiarios de la obra “Mi Caleta”, en donde Gonzalo asumió el papel de padre, madre y abuelo. Una de las historias que más le impactó fue la de un chico de 12 años que había sido víctima de violencia física, psicológica y sexual; su madre era consumidora de drogas y su padre falleció por la misma razón. Pero él nunca se rindió y gracias a la acogida brindada por el Proyecto Salesiano sigue estudiando y actualmente está cursando el sexto año de Educación Básica.
Gonzalo desempeñó varias responsabilidades en estas obras, fue profesor de Religión y Matemática, Coordinador de Pastoral de la Comunidad Don Rúa, y animador del Oratorio los fin de semana.
Para Gonzalo, el regresar a Chile no constituyó el fin del voluntariado, pues su propósito es aportar a la labor del Equipo de Animación Misionera de Chile y contribuir en la futura implementación del proyecto de voluntariado nacional e internacional. Espera poner su experiencia adquirida al servicio de Fundación Don Bosco que trabaja con niños, jóvenes y adultos en situación de calle.
Uno de los sueños de Gonzalo es materializar su testimonio en un libro y animar a jóvenes para que se atrevan a realizar esta experiencia. “Muchas veces nos quedamos sentados en un sofá viendo televisión, como dice el Papa Francisco, y eso no hace un cambio en el mundo. Los jóvenes estamos llamados a continuar la labor que soñó Don Bosco”, expresó.
FUENTE: Cristian Calderón (ANS) – Comunicaciones Salesianos Chile