En este primer día Capítulo la asamblea ha conocido también las conclusiones del Provincial, P. Alberto Lorenzelli, respecto de la cuenta ofrecida en la mañana del caminar de la Inspectoría en los últimos años y de las miradas en relación a diversas temáticas.
En este momento el P. Alberto planteó una pregunta substancial: cómo continuar a partir de lo establecido por el Capítulo General 27 y del actual capítulo inspectorial.
Como primera clave el P. Alberto propone afinar la mirada: “Nuestra mirada debe estar puesta en el Señor, en los hermanos, y en los jóvenes más necesitados. Si seguimos pendientes de nosotros mismos (yoísticamente), no llegaremos muy lejos… Por otra parte, si asumimos el otro punto de vista, y esperamos que los otros cambien, porque ‘ellos’ están mal, y yo debo seguir igual, tampoco llegaremos mucho más allá”.
Luego el Inspector propone varios desafíos:
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“Hay que continuar dándole calidad a nuestra vida interior, con la ayuda del Espíritu, hemos de encontrar la fuerza para revertir la tendencia a la superficialidad”.
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“Hay que seguir cuidándonos, cuidando a nuestros hermanos y a la comunidad”.
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“Hay que seguir amando verdaderamente a los jóvenes, especialmente a los más pobres… Es realmente muy triste cuando algún salesiano no quiere estar con los jóvenes compartiendo su vida, o sólo está algún momento para corregirlos rígidamente, incluso para mostrarse muy superior a ellos…”,
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“Hay que continuar con los laicos, en la urgencia de la misión compartida…”.
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“Total dedicación y opción por los más pobres… hay que seguir adelante, en la opción por los jóvenes más pobres, de modo que sea siempre más suficientemente y clara.
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“Misioneros en una inspectoría misionera… Nuestra misma historia inspectorial está fuertemente marcada tantos hermanos que, de diversas partes del mundo han dejado sus tierras, sus familias, sus propias seguridades, para venir hasta acá, siguiendo la voz del Señor en el interior de su corazón, viviendo su vocación y realizando el sueño de Dios para cada uno de ellos”.
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“La vocación del salesiano coadjutor… Tenemos que asumir un compromiso especial para la promoción y el desarrollo de la vocación del salesiano coadjutor, favoreciendo su visibilidad y estima.
Concluye el Provincial señalando: “Como Salesianos, hijos de Don Bosco, estamos llamados a ser uno de esos lugares de frescura utópica contra toda anti-utopía. Para ello hay que mezclar vida, poesía, comunidad, creatividad, mística, profecía, pasión y misión. Así lograremos conjugar el Evangelio de Jesucristo con la vida misma en todo su espesor; no nos faltarán ganas para despojarnos poco a poco del desencanto o la amargura, así como del pragmatismo superficial y de los fáciles idealismos, para habitar en la tensión esperanzadora del Reino, atmósfera fecunda del seguimiento fiel y fecundo de Jesús”.
Fuente: Oficina de Información Salesiana