El encuentro de los Salesianos en formación inicial de nuestra Inspectoría se realizó en la casa del Teologado de Lo Cañas, desde el 27 hasta el 29 de enero.
Este encuentro fue organizado por la Comisión de Formación Inicial (CIF) y tuvo por objetivos: compartir la vida, experiencia formativa, esperanzas y desafíos para el caminar formativo, además de reflexionar sobre la dimensión afectivo – sexual en el proceso formativo salesiano.
Los momentos de formación estuvieron a cargo de la Dra. Graciela Senosiain, Psicóloga Argentina, experta en el acompañamiento de la vida religiosa y ámbito clínico.
Frente al trabajo realizado, la Dra. Graciela señaló lo siguiente:
“A lo largo del encuentro, pudimos generar con los jóvenes y miembros del equipo, un espacio muy cuidado, muy seguro, que permitió una apertura personal de las realidades que están viviendo. Las preguntas de cómo llegaron al encuentro, que desafíos experimentan y como va siendo este camino de formación, nos ayudaron a entrar en la dinámica del encuentro”.
En un primer momento, se profundizó en la comprensión de lo que significa el camino formativo y cómo debe pensarse hoy la formación inicial. A la vez, se revisó los recursos psicoespirituales que permiten construir el equilibrio psíquico, capacidad relacional, libertad interior y existencial, para hacer propias las dificultades de la vida religiosa juvenil.
En un segundo momento, se abordaron los estados de la vida humana, deteniéndose en el momento que los jóvenes en formación transitan.
Revisaron cuáles son las relaciones significativas del momento, las fuerzas básicas, las crisis propias, las patologías que pueden aparecer y ciertas ritualizaciones vinculantes como transmisión de modos e ideales para las próximas generaciones. Los jóvenes se pensaron como los Salesianos del mañana.
Se analizó el discernimiento en la salud física, contexto familiar y madurez afectivo sexual. En esta última, se incluyó la capacidad sublimatoria, tales como el temperamento, discernimiento y particular atención al contexto de la misión.
Se definió lo que se entiende por la castidad madura y la resignificamos no tanto como expresión de limitaciones, sino como una manera de relacionarse. Castidad como no violencia, como la decisión de vivir pacíficamente como parte de un compromiso.
Finalmente, se realizó un ejercicio de narrativa donde se propuso una nueva integración de la historia personal.
FUENTE: Comunicaciones Salesianos Chile