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Sobreexigirse a costa de la salud mental provoca un alto riesgo de consecuencias negativas para la vida de las personas. El mundo fue testigo de grandes hazañas y logros en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, pero también los atletas destacaron por instalar un debate hasta ahora poco explorado en ediciones anteriores: ¿Cuánto vale el éxito en relación a la salud mental?
Simone Biles, gimnasta estadounidense conocida como la Reina de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, fue el principal rostro de una realidad de la que poco se habló antes de 2021. La deportista visibilizó las altas expectativas sobre la preparación física y mental de los atletas.
Considerada en su disciplina la mejor de todos los tiempos, la atleta de 24 años anunció en medio de las Olimpíadas 2021 su retiro de la final por equipos de gimnasia artística por problemas de salud mental, así como en las finales del concurso completo y las de tres primeros aparatos.
Equilibrio físico y mental
El deporte y la salud están muy ligados, explica Javiera Urzúa, deportóloga y nutrióloga deportiva, ya que supone una mejora de la condición física proporcional a la cantidad y calidad del ejercicio que se realiza. Sin embargo, aclara que el estado físico está directamente unido a su equilibrio mental.
“Es importante reconocer que la salud mental incluye el bienestar emocional, psicológico y social de una persona. Asimismo, determina cómo un ser humano maneja el estrés, se relaciona con otros y toma decisiones, sobre todo a la hora de competir en alguna disciplina deportiva”.
La deportóloga explica que en escenarios competitivos, como los Juegos Olímpicos, el público poco se preocupa de la salud mental de los deportistas, pues solo esperan ver un espectáculo perfecto.
“Estos deportistas de élite también son seres humanos y, como tales, se espera que tengan problemas, inseguridades, crisis de ansiedad. La preocupación por su salud mental está liderada por el equipo deportivo, sin embargo, muchas veces lo pasan por alto y se preocupan solo por ganar un lugar en el podio”.
Enseñanzas
Al retirarse, Biles demostró que el éxito no siempre es lo más importante y es posible mostrar vulnerabilidad, tanto en una competencia como en la vida diaria. Dejó claro que no cumplir expectativas propias y del entorno no está mal cuando se trata del propio bienestar.
“Muchos atletas van preparados para sobrellevar la ansiedad y el estrés. El caso que dio vuelta al mundo este año fue el de Tom Daley, el saltador de trampolín británico, quien en su tiempo libre tejía para mitigar estos sentimientos, ver las diferentes competencias y prepararse mentalmente para su siguiente desafío. Cada deportista, acompañado de un equipo, debe descubrir su método efectivo”, comenta Javiera.
El testimonio de Simone Biles aportó, además, en el reconocimiento de acompañamiento psicológico en deportistas. Javiera asegura que en sus consultas con atletas busca incentivar el valor de afrontar los problemas antes de que evadan los procesos de sanación.
En el día a día
El deporte ayuda a la salud física y mental del cuerpo, sin embargo, no es un todo; la buena alimentación y acompañamiento psicológico, de ser necesario, complementan este proceso.
La invitación, bajo el ejemplo de Simone Biles, es a priorizar la salud mental, la cual es transversal en las diferentes dimensiones del ser humano. “Pedir ayuda no es un signo de debilidad, es un paso crucial en el camino para convertirme en mi mejor yo”, aseguró la gimnasta.
Es posible que en tu casa o en tu oficina no se gane ninguna medalla de oro por llevar adelante las actividades de la cotidianeidad, sin embargo, alimentarse bien, hacer ejercicio y manifestar lo que se siente tendrá por resultado estabilidad emocional y bienestar.
Es importante reconocer la necesidad de ayuda y hacer una pausa. Nunca es tarde para buscar profesionales de la salud que guíen y fortalezcan nuestra salud mental y bienestar personal.
Pasos para dar prioridad a la salud mental, según el portal MediRed:
Mantén un equilibrio: encontrarlo entre las emociones positivas y negativas. Toma descanso de la información negativa. Usa las redes sociales para buscar apoyo y sentirte conectado con los demás.
Sé agradecido: piensa en todas las cosas buenas que tienes, como el apoyo de tus seres queridos, posibilidad de realizar hobbies o disfrutar de una buena comida.
Cuida tu salud: ejercítate, puede reducir la sensación de estrés y mejorar tu estado de ánimo. Duerme lo suficiente y aliméntate de forma saludable.
Desarrolla un propósito en la vida: puede ser a través de tu trabajo, un voluntariado, aprender nuevas habilidades o explorar tu espiritualidad.
Casos sobre salud mental que salieron a la luz luego del retiro de Simone Biles:
Michael Phelps, luego de colgarse 23 medallas de oro, en 2012 entró en un proceso depresivo que sigue latente, pero bajo acompañamiento.
Naomi Osaka, actual número 2 del ranking ATP femenino, vivió una profunda depresión al finalizar los Juegos Olímpicos de Londres. Esta situación la llevó a reflexionar sobre la importancia del entrenamiento mental, más allá del físico, técnico o estratégico.
Raven Saunders, lanzadora de bala, fue quinta en los Juegos Olímpicos en Río 2016. Tras volver de la competencia, cayó en una fuerte depresión, sentía que nadie podía ponerse en su lugar. Antes de llegar a Tokio, quiso desestigmatizar la salud mental, haciéndose ayudar para controlar el estrés y la ansiedad.
Por Gustavo Cano, periodista