Consumer Electronics Show (CES) es la feria tecnológica más grande del mundo. Se desarrolla desde hace 50 años, congregando a miles de marcas, innovadores y empresas de productos tecnológicos en el Centro de Convenciones de Las Vegas, Estados Unidos.
Durante este evento se dan a conocer las tendencias que marcarán pauta en el año. Se exhiben dispositivos de realidad virtual, televisores, monitores, robots y smartphones. En 2018 la feria dispuso de manera especial un salón completo dedicado a los autos autónomos, tecnología que, si bien, ha estado en una fase de desarrollo experimental desde hace algún tiempo, se avizora como el futuro del transporte al que nos enfrentaremos en los próximos años.
Nissan, Ford, Mercedes Benz, Toyota, BMW, Audi y Tesla son algunas marcas que ya han presentado sus conceptos de automóviles autónomos. Uno de los propósitos para invertir en este tipo de tecnología es disminuir la gran cantidad de accidentes a causa de los errores humanos. A partir de los informes de la Organización Mundial de la Salud, se calcula que cada año mueren en las carreteras del mundo más de un millón de personas, de las cuales el 94% se debe a irresponsabilidades de los conductores.
Pero, ¿En qué consiste un auto autónomo?, en sencillas palabras, es un auto que requiere escasa intervención humana para desplazarse por las calles. Aún no se logra el nivel de autonomía máximo, es decir, ausencia total de intervención humana, debido a situaciones particulares que cambian las condiciones del trayecto, por ejemplo, la presencia de un policía en un semáforo apagado, que exige el análisis del contexto.
A pesar de la brecha que aún queda para lograr la autonomía completa, lo ya conseguido por estos vehículos es impresionante gracias a un sofisticado sistema computacional y de sensores. Mediante la coordinación de cada uno de estos componentes, los autos reconocen pistas, señaléticas, semáforos, cruces, vehículos, ciclistas y peatones, además de controlar la distancia y velocidad en relación a los elementos próximos.
La multinacional UBER, empresa de fuerte crecimiento en Chile con servicios de transporte alternativo al taxi convencional, planeó comprar 24 mil unidades entre 2019 a 2021 del modelo autónomo XC90 de Volvo, que harán funcionar con una persona que supervisará el trayecto del vehículo e intervendrá en caso de ser necesario.
Waymo es otra marca en el rubro, hoy prácticamente desconocida en nuestro país, bajo la cual opera el gigante Google para su proyecto de autos autónomos, habiendo ya lanzado sus primeras 100 unidades de los modelos Pacífica de Chrysler. Vale decir que Google lleva siete años en el negocio con su proyecto Street View, logrando ser los primeros en completar un recorrido sin conductor.
2021 es el año de Ford. Lanzarán un modelo de auto totalmente autónomo que no tendrá volante ni pedales. Para este emprendimiento han requerido el apoyo de Velodyne, compañía que desarrolla un radar que lee los datos en tiempo real de lo que sucede alrededor.
Uno de los líderes en la gama de autos autónomos es Tesla, marca dirigida por Elon Musk, uno de los empresarios de Silicon Valley más reconocidos a nivel mundial. Gracias a su dirección, Tesla encabeza el desarrollo de este tipo de tecnología con automóviles capaces de ver en 360° a distancias de 250 metros. Los modelos de Tesla tienen la capacidad de detectar un accidente con sus sensores y detener el auto por sí mismos.
Los japoneses también ingresaron a la competencia con Nissan y el apoyo de la NASA ¿El resultado? SAM (Seamless Autonomus Mobility), sistema mediante el cual el vehículo aprende del conductor humano estudiando y analizando cada una de las reacciones ante determinados sucesos en las calles. Estas reacciones son almacenadas en la nube y son consultadas por los demás vehículos autónomos. Es decir, aprenden del conductor y entre ellos mismos. El sistema de Nissan está orientado a que la conducción autónoma pueda actuar en casos de alta complejidad e imprevistos poco habituales.
¿Está Preparado Chile? Aún no podemos ver en nuestro país la realidad de estos avances en la tecnología del transporte. Solo podemos vislumbrar que, luego de cinco años, podrían quizás comenzar a ingresar los primeros modelos al mercado. Nuestra infraestructura vial urbana lamentablemente tiene deficiencias que impedirían el funcionamiento adecuado de esta tecnología, por ejemplo, pavimentos con baches, semáforos no funcionales, señaléticas dobladas, etc.
Cristián Bowen, ex subsecretario de Transportes, tras un viaje a California en 2015 en el que sostuvo reuniones con los ejecutivos de esta industria, señaló: “Es necesario tomarle el peso a estas innovaciones; yo preferiría que fuese más temprano que tarde”. Por otra parte, Álvaro González, investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad del Desarrollo, asegura que en el corto plazo ve difícil la llegada de estos vehículos. “Para que circulen tienen que pasar algunas cosas relacionadas con la infraestructura vial urbana y también con el comportamiento de los conductores”
Uber, Waymo, Ford, Tesla y Nissan han demostrado toda su capacidad en el desarrollo de este tipo de tecnología en distintas ciudades a lo largo del globo. Como se ha explicado en los párrafos precedentes, Elon Musk de Tesla ha ido un poco más allá incorporando la autonomía a vehículos disponibles en el mercado, sin embargo, como bien planteaba nuestro ex Subsecretario de Transportes, es necesario tomarle el peso a este tipo de innovaciones, puesto que, aunque no queramos, formarán parte de nuestras vidas en un futuro próximo.
Por Joaquín Castro, Periodista