En el Templo de la Gratitud Nacional, cientos personas se reunieron en la tarde del miércoles 5 de julio, para dar el último adiós al P. Harry Leslie Peterson Buckler, Salesiano de Don Bosco fallecido el domingo de primarias electorales, a los 86 años de edad, a causa de un paro al corazón luego de haber cumplido con su deber como ciudadano.
La celebración fue presidida por el Cardenal Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago, y se vivió en un clima intenso de oración y agradecimiento a Dios por la vida generosa de este salesiano. Previo al inicio de la liturgia, los integrantes del Movimiento de Renovación Carismática, al que pertenecía el P. Harry desde 1973, invocaron al Espíritu con cantos y alabanzas.
Concelebraron varios salesianos de las comunidades de Santiago, encabezados por el Vicario Inspectorial, P. David Albornoz. Estuvo presente también el P. George Peterson, religioso trapense en Chile, uno de los 12 hermanos que tuvo el P. Harry en su familia natal en Estados Unidos.
“Fue un sacerdote muy fiel, consecuente, entregado al apostolado a miles de personas. Estoy muy agradecido por su vida que me edificó mucho”, comentó el P. George.
“Solo puedo contar cosas buenas. Lo conocí toda mi vida; ha sido mi guía desde que tenía 8 años. Todo lo que soy y mi fe en el Señor se la debo a él. Estuve las 3 horas antes de que él se fuera con el Señor”, comentó Teresa Munizaga, una de las personas que dio testimonio del P. Harry.
En la homilía, el P. David indicó que conoció al P. Harry en 1975, en la parroquia María Auxiliadora de Punta Arenas. “Su sencillez, su sonrisa abierta, su mirada franca, sin doblez, su mano firme tendida para saludar mirándote a los ojos, sus palabras que nos recordaban que Dios es un Padre bueno que nos ama y que su Espíritu nos anima, quedaban grabadas en quien las escuchaba”.
“Lo que lo movía era una fe grande en Dios como Padre misericordioso, un deseo de anunciar el Evangelio, de testimoniarlo al estilo de Don Bosco. La experiencia de fe que había comenzado en la sencillez de su familia, fue el motor de su vida”.
Al reflexionar sobre su vida misionera y el paso por distintas naciones el P. David agregó que el P. Harry siempre tuvo “Disponibilidad de peregrino, disponibilidad de discípulo.”
Reseña Biográfica
El P. Harry nació el 23 de diciembre de 1930 en los Estados Unidos. Su ciudad natal fue Loretto, una pequeña ciudad de Kentucky que no tiene más de 800 habitantes. Sus padres fueron John y Mary Peterson.
Comenzó su aspirantado a los 16 años, en la ciudad de Newton, Nueva Jersey, ubicada a 1095 km de su ciudad natal. Ingresó al noviciado salesiano el 7 de septiembre de 1949 bajo la tutela de su maestro el P. Attilio Giovannini. Su primera profesión la realiza el 8 de septiembre de 1950.
Continuó con sus estudios como posnovicio entre 1950 y 1953 en el Don Bosco College, ubicado en Nueva Jersey, terminando con su bachillerato en artes. En los años posteriores fue asistente en el Don Bosco Technical School, en Paterson, Nueva Jersey y profesor asistente en el Don Bosco High School, Ramsey, Nueva Jersey. Culmina su formación inicial estudiando en Turín, La Crocetta, entre 1957 y 1961, obteniendo la licencia en Sagrada Teología.
El 11 de febrero de 1961, a los 31 años de edad, fue ordenado sacerdote y su lema fue “Hacer la voluntad de Dios es mi deseo”. Luego de un tiempo de su servicio salesiano en su patria se dispuso para las misiones en América Latina por solicitud del Rector Mayor, P. Luis Ricceri.
En agosto de 1968 llegó a Manaos, Brasil, luego Bahía Blanca, Argentina y, posteriormente, a la Patagonia. Debido a que su hermano religioso trapense, el P. George, estaba en Chile, se determinó que el P. Harry pudiera ser parte de nuestra Inspectoría a la cual ingreso en 1970.
Durante los 47 años que el P. Harry estuvo en Chile fue sacerdote, pastor, comunicador radial, escritor de boletines, folletos evangelizadores, maratonista; también “sanador de almas, sensible con la realidad del mundo y de la Iglesia”, añade el P. David.
Su pasión apostólica fue conocida en variados Santuarios de María Auxiliadora: El de Punta Arenas, el de la Alameda, Puerto Natales, San Francisco de Sales, en Porvenir, en Concepción y en Talca. Y la parroquia Domingo Savio en San Ramón e Iquique.
Durante su paso por la región austral en 1981 comenzó su evangelización a través de la Radio Tierra del Fuego. Durante 1989 tuvo varios programas radiales en Talca. Entre 1990 y 1991 llegó a ser escuchado en 112 radioemisoras nacionales. En 1992 es enviado a Concepción prosiguiendo con la evangelización radial, esta vez ya con 134 emisoras. Entre 1993 y 1995 en la Parroquia Domingo Savio de San Ramón ya las emisoras llegaban a 234, incluyendo varias en regiones. En 2000 se dedicó plenamente a la Fundación “Luz del Mundo” creada para la evangelización radial.
Durante el 2005 y 2010 fue enviado al Patrocinio de San José continuando con la evangelización radial además de ser vice capellán y confesor en el Santuario Laura Vicuña de Renca, en Santiago.
Desde el 2012, ya estando delicado de salud estaba en la casa Felipe Rinaldi. La muerte lo sorprendió de improviso, después de haber cumplido con su deber como ciudadano en las votaciones de las primarias presidenciales el pasado domingo.
El P. Harry llegó a celebrar 86 años de vida, 56 de sacerdocio y más de 66 como profeso salesiano. De esos años, 47 los consagró en Chile, adoptado esta tierra como su segunda patria.
Fuente: Comunicaciones Salesianos Chile
Agradezco a Dios la vida del P. Harry como misionero en nuestra querida patria. Qué bueno que en los discursos oficiales en su funeral se reconozca la gran tarea evangelizadora realizada por él, en su estilo característico, a través de los Medios de Comunicación, radio, prensa e internet: una tarea muy propia del carisma salesiano, y que en el Chile de hoy, se ve como urgente, necesaria y que aún está pendiente.
Seguramente el P. Harry ya está gozando del amor y la felicidad eterna en la casa, como él solía decir, “del Papito Dios”.
P. Belarmno (SDB)
Quiero expresar mis sentidas condolencias a la Congregación Salesiana ante la inesperada partida de un gran cura salesiano Yanki pero chileno de corazón, R.P. Harry Peterson el cual dio al servicio radial muchas energías y grandes palabras a las comunidades donde su presencia por ese medio fue importante y que a su vez compartí y acompañe en Valdivia y sus alrededores. Buen viaje y gracias por tus consejos.
Agradezco a Dios la presencia del P. Harry en mi vida, desde mis primeros votos conté con su consejo y cercanía, jamás negó su tiempo a quien lo necesitara, aunque esto generara en algunos ciertos resquemores, por sus frutos los conocerán; por sus frutos salesianos espero esté ya con la Auxiliadora y con Jesús a quien tanto amó e hizo amar. Gracias querido Dios por tu visita a través del P. Harry.