La secuencia muestra la destrucción del Cristo, la declaración del P. Galvarino Jofré, director de Salesianos Alameda, la visita de las alcaldesas Josefa Errázuriz (Providencia), Carolina Tohá (Santiago) y la senadora Isabel Allende. Las últimas fotos muestran la misa de desagravio, presidida por Cardenal Ricardo Ezzati.
Los permanentes ataques a los que se ve enfrentada la comunidad Salesianos Alameda y el templo Gratitud Nacional en el contexto de las marchas estudiantiles, lograron, como nunca antes, impactar y provocar rechazo generalizado en la opinión pública.
El acto profanatorio provocado por encapuchados de sustraer y destruir una imagen de Cristo Crucificado, el 9 de junio pasado, ha quedado almacenado en la memoria del país como un signo brutal de violencia e intolerancia que hiere el alma de nuestra patria.
En los varios puntos de prensa y entrevistas concedidas a los medios de comunicación por nuestro Provincial, P. Alberto Lorenzelli, y por autoridades de la Iglesia de Santiago -entre ellas, el Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati-; y también en la Eucaristía de desagravio celebrada apenas tres días después del ataque, el mensaje ha sido categórico en cuanto al rechazo de la violencia y al perdón a quienes la provocaron.
“De parte nuestra hay sentimientos de perdón, encuentro y diálogo”, dijo el P. Lorenzelli en alusión a los jóvenes que sustrajeron y destruyeron el Cristo.
Comprendiendo y compartiendo las motivaciones de fondo de la marcha estudiantil: una educación de calidad que ofrezca oportunidades a todos los jóvenes, especialmente los más vulnerables, la Congregación ha renovado su compromiso por la tarea educativa y evangelizadora según el carisma de Don Bosco, como lo viene realizando en Chile desde hace 130 años.