Sin importar el calor ni los largos tramos para llegar hasta la cima del Cerro San Cristóbal, cerca de 7 mil jóvenes participaron de la 22° versión de Sábado de Ramos, organizada por la Vicaría de la Esperanza Joven. Energía, alegría y compañerismo fue la tónica que se pudo percibir en cada unos de los miles jóvenes que esta tarde de sábado llegaron hasta Plaza Italia, lugar de inicio de la peregrinación, para demostrar la fe, la unidad y la gratitud hacia Jesucristo. Tras la bendición de los ramos, a cargo del Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, los cantos y los cientos de lienzos, animaron la caminata y los peregrinos comenzaron a subir el cerro que, como todos los años, estuvo llena de simbolismos representados por cada una de las parroquias y colegios asistentes. En esa línea, el cardenal Ricardo Ezzati, realizó un potente llamado vivir con más fuerza que nunca este Año Santo de la Misericordia: “Invito a que miren con los ojos de Jesús desde el Cerro San Cristóbal a la ciudad, a la gente, y que sientan la misma actitud de Él, el deseo y la voluntad de bajar, de ponerse al servicio de los que más necesitan, imitando así la bondad y misericordia de Dios”. Los jóvenes tuvieron la oportunidad de confesarse con los cerca de 10 sacerdotes que se ubicaron en la Plaza de la Reconciliación y prepararse para cruzar por la Puerta Santa dispuesta para esta ocasión por el Año Santo de la Misericordia y sentirse partícipes de este misterio de amor. El Vicario de la Esperanza Joven, padre Francisco Llanca, valoró este tipo de actividades, ratificando el compromiso de los jóvenes con la Iglesia: “Muchas veces les cuesta o se les hace difícil, pero sin duda veo un testimonio de miles de jóvenes que dicen sí a Jesucristo, jóvenes que quieren transformar la vida y la sociedad”. Alejandra Suárez de la parroquia Nuestra Señora de Los Pobres de Huechuraba, por su parte, señaló que su gran motor para peregrinar cada año es el Espíritu Santo: “Nos motiva a dar alegría y ser también un ejemplo a los demás jóvenes que tal vez hoy no sienten el llamado, para que se unan a esto”. Para Edison López de la parroquia San Luis Beltrán de Pudahuel, en tanto, “participar de esta peregrinación nos permite conocer a otras comunidades y ver que todos compartimos el amor hacia Dios. A través de esta experiencia tan maravillosa estamos motivando a otros jóvenes a que al igual que nosotros se enamoren del Señor y conozcan lo enriquecedor que esto es”. Finalmente, todo concluyó con una solemne misa presidida por el propio Cardenal Ezzati a los pies de la Virgen de la Inmaculada Concepción del Cerro San Cristóbal. Fuente: Comunicaciones Santiago |
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