“El voluntariado ha sido la mejor experiencia de mi vida”


A continuación reproducimos la nota con el testimonio entregado por Katherine Quilodrán, joven de la pastoral del Colegio Salesiano de Concepción, luego de su experiencia como voluntaria misionera en Paraguay durante el verano.

Katherine formó parte del tercer grupo de jóvenes de las obras salesianas del país que ha partido al extranjero a prestar un servicio, iniciativa liderada por el Departamento de Animación Misionera y Voluntariado de la Congregación.

En el verano, cuando la mayor parte de los jóvenes dedican su tiempo a descansar y disfrutar de las vacaciones, Katherine Quilodrán, de 22 años optó por algo completamente diferente: vivir la experiencia del Voluntariado Misionero Salesiano en tierras paraguayas.

Tras un intenso período formativo previo a su viaje, a Katherine se le informó que su destino sería el Hogar de niñas en situación de calle “Tesape Pöra” de Villarrica, Paraguay, que recibe niñas desde los 3 hasta los 18 años en se encuentran en situación de riesgo.

De este modo, en víspera de la Fiesta de los Reyes Magos, Katherine llegó al hogar como si su presencia fuese un regalo para las niñas del lugar. “Ha sido la mejor experiencia de mi vida, no puedo definirlo de otra manera”, explica sobre su paso por el voluntariado.

“Uno va con la idea de enseñarles cosas, pero finalmente es uno el que recibe la lección; porque, pese a todas las situaciones difíciles que les ha tocado vivir a las niñas con las que trabajé, siempre mantenían su espíritu muy alegre. Eran un fiel testimonio de la espiritualidad salesiana”, añade.

Durante las seis semanas que permaneció en Paraguay efectuó un trabajo intenso de entretenimiento y formación con las menores, “era una especie de colonias, pero 24×7. Bailábamos, cantábamos, hacíamos dinámicas y talleres formativos al estilo oratorio”, explicó la misionera.

Como el hogar está a cargo de las Hijas de María Auxiliadora, existía una sensibilidad especial con Don Bosco y la Auxiliadora, lo que permitió que se hiciera más fácil el trabajo y la forma de relacionarse con las niñas.

Para Katherine esta vivencia trajo enormes satisfacciones, y pese a los sacrificios que ello implica, se muestra dispuesta a repetirla. “Me gusta mucho el trabajo con niños. Hace tiempo me venía planteando la posibilidad de realizar un trabajo de este tipo, por lo que me sentí cumpliendo con una parte importante de mi proyecto de vida”, comenta, y enseguida agrega “esta experiencia me permitió darme cuenta que quiero dedicarme a esto por el resto de mi vida y mientras pueda, porque no hay nada más gratificante que la sonrisa, el abrazo y el beso de un niño”.

Actualmente Katherine está estudiando Kinesiología y trabajando como Asistente Dental. En medio de sus ocupaciones esta joven de 22 años sólo piensa en compartir su experiencia, para que otros también puedan vivirla. “Este año nos hemos puesto como meta reafirmar el papel del voluntariado a nivel local. Sabemos que es una experiencia que cambia la vida y que para quienes tienen vocación de servicio, será algo inolvidable”.

Fuente: OFISA – Comunicaciones Salesianos Concepción

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