Cuatro de las once muchachas y muchachos chilenos que a principios de este año realizaron voluntariado misionero en obras Salesianas y del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora de Paraguay y Argentina, han compartido breves testimonios de sus experiencias. El servicio de voluntariado misionero internacional que la Congregación en Chile está llevando a adelante, poco a poco se está consolidando como una propuesta que cada vez despierta más interés entre los jóvenes y también en las comunidades educativas del país. En esta última versión, se contó con el especial apoyo de las comunidades de Linares, Concepción, Valparaíso y Patrocinio San José. De los 5 voluntarios que realizaron experiencia en enero y febrero de 2012, en 2013 la cifra aumentó a 11, algunos de los cuales fueron asignados a obras en el chaco paraguayo con los indígenas. Para 2014 se espera que aún más jóvenes manifiesten interés y estén dispuestos a realizar el proceso para postular a alguno de los lugares. Los INTERESADOS deben escribir a la casilla electrónica del Departamento de Animación Misionera y Voluntariado: [email protected] Testimonios – Blanca Allel, 23 años. Pertenece al Departamento de Animación misionera y Voluntariado, coordinadora del voluntariado en el Albergue Miguel Magone de la Fundación Don Bosco. Realizó voluntariado en el Hogar para niñas en situación de calle Tesape Pora (obra FMA), ubicado en la ciudad de Villarrica – Paraguay. “Mi paso por el hogar de niñas fue la práctica de misión más importante de mi vida. Convivir de esa manera y en un lugar alejado de lo que conocemos, es una experiencia que impulsa a cuestionarse el proyecto de vida y la convivencia comunitaria. Personalmente fueron dos los focos que marcaron mi permanencia: el trabajo con las niñas y el aprendizaje de las Hijas de María Auxiliadora”. – Andrés Retamal, 23 años Pertenece a la pastoral del Colegio “El Patrocinio de San José”. Realizó su voluntariado en el hogar para niños en situación de calle Don Bosco Roga, desde mediados de diciembre hasta marzo. “Don Bosco Roga sin duda es una obra fenomenal. Quizás algunos que no saben o no les interese el tema de los chicos en la calle no lo entiendan. Quizás digan cuánto dinero se invierte en un caso perdido o miren cuantos chicos atiende en un año y ni aun así ni la mitad de los que pasan por el hogar se quedan de manera estable. Pero cuando llega el minuto de trabajar con ellos, de estar, hay que ser un modelo y ya no ver a simples chicos que han sufrido y que se intenta ‘domesticar’. Es ahí cuando uno ve una persona que personifica a Cristo y que uno quiere y le duele cuando le pasa algo, o simplemente pretende dejar el hogar es cuando uno realmente dice si esto es una experiencia que enriquece y que yo quisiera mejorar y aportar de mil maneras”. – Sebastián Méndez, 24 años. Pertenece a la obra salesiana de Concepción. Realizó voluntariado en el Oratorio Don Bosco de Santiago del Estero, Argentina. “El voluntariado no precisa validarse pues es una experiencia que se mantiene por sí misma. Es Dios confrontándonos a cada instante frente a una realidad distinta, a una comunidad en la cual estamos insertos y que debes respetar en todas sus expresiones. – Alan Valenzuela, 27 años. Asesor laico del Voluntariado Misionero en la Fundación Don Bosco. Pertenece al Departamento Inspectorial de Animación Misionera y Voluntariado. En 2012 fue a Don Bosco Roga (Asunción) y en 2013 al Chaco Paraguayo, en la parroquia Virgen del Carmen. “La experiencia de voluntariado misionero no resultaría legible si no se leyese dentro de un proceso de discernimiento y acompañamiento de mayor envergadura. Humanamente aún para mi es absurda –por cuestiones del periodo que implica, del poco o nulo proceso y los gastos que conlleva- pero si la leo desde la óptica del Señor, es un momento fundamental en la solidificación de mi fe en el mundo. Demás voluntarios – Esteban Arancibia, 20 años. Asesor de la comunidad de voluntarios de la Parroquia de Valparaíso. Realizó voluntariado en el Chaco Paraguayo, en la parroquia Virgen del Carmen. – Nicolás Vásquez, 25 años. Pertenece a la comunidad de voluntariado de la presencia salesiana de Linares. Realizó voluntariado en el Oratorio Don Bosco de Santiago del Estero, Argentina. Trabajó junto a otros 30 voluntarios que hicieron una colonia de un mes. – Catalina Espinoza, 24 años. Pertenece a la obra salesiana de Concepción. Realizó voluntariado en el Hogar para niñas en situación de calle Tesape Pora (obra FMA), ubicado en la ciudad de Villarrica – Paraguay. – Tanya Malcolm, 22 años. Pertenece a la obra salesiana de Concepción. Realizó voluntariado en el Hogar para niñas en situación de calle Tesape Pora (obra FMA), ubicado en la ciudad de Villarrica – Paraguay. – Subrany Pérez, 22 años. Pertenece a la Universidad Católica Silva Henríquez. Realizó voluntariado en el Hogar para niñas en situación de calle Tesape Pora (obra FMA), ubicado en la ciudad de Villarrica – Paraguay. – Camila Estrada, 24 años. Pertenece a la obra salesiana de Concepción. Realizó voluntariado en Puerto Casado (obra FMA). Logró organizar un oratorio festivo con niños indígenas Maskoi. – Paola Cáceres, 22 años. Pertenece a la obra salesiana de Concepción. Realizó su voluntariado en Puerto Casado (obra FMA). Logró organizar un oratorio festivo con niños indígenas Maskoi. Fuente: OFISA – Departamento VMS |
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