Tras dos años sin visitar el país, en diciembre de 2015, el P. Heriberto Cabrera, de 48 años, volvió a pisar suelo chileno. En conversación con la Oficina de Información Salesiana nos contó sobre su experiencia misionera en África, específicamente en las Islas Mauritius, donde renovó como director de la comunidad. En septiembre de este año cumplirá 25 años de misión. En 2017 finalizará su tercer período como director de la obra salesiana en la isla, culminando así una etapa de 9 años, la cual agradece, ya que ha podido disfrutar de todos los frutos del trabajo que ha realizado la comunidad en las islas. Uno de los mayores logros de su dirección fue conseguir que el gobierno aceptara los títulos técnicos entregados por la Escuela Salesiana. “Hace más de un año que ya tenemos titulados con el gobierno. Por segunda vez un alumno nuestro fue mejor a nivel nacional”, destaca. Los programas curriculares de la presencia Salesiana en la isla son trabajados en conjunto con las empresas, por lo que a la hora de contratar personal prefieren contratar a alumnos salesianos. “Esa es la ventaja de una escuela chica, el hecho de ser un poco independiente del gobierno, uno puede trabajar más rápido y tomar decisiones más rápido. El gobierno es mucho más burocrático, entonces eso nos permite adaptarnos y eso nos hace competitivos en el mercado”. Pese a la gran cantidad de trabajo que conlleva su misión y la dirección del colegio, siempre se da tiempo para compartir con los alumnos. “Tengo la mala costumbre de tener la puerta de mi oficina siempre abierta. Cualquiera entra, nadie necesita pedir cita. Todos mis alumnos tienen mi número de teléfono, tengo a muchos como amigo en facebook”, señala. La escuela salesiana que dirige atiende a cerca de 120 alumnos, con un gran porcentaje de deserción de los jóvenes. En 2015 publicó un libro sobre la cultura y la fe, el cual trata del “malestar criollo” y cómo éste influye en las creencias de la gente que es descendiente de esclavo. El libro nació a partir de los cuestionamientos del padre frente a los problemas culturales de donde estaba residiendo. “Estos temas han sido trabajados desde el punto de vista de la historia, un poco de la antropología. Yo trabajé con la antropología cultural, el psicoanálisis y luego la teología para hacer dialogar esto con la fe de la gente; y el libro se vendió bastante bien”, explica. En 4 meses se agotó la primera edición del libro, por lo que en el transcurso de 2016 será reeditado. Fuente: OFISA. Noticias relacionadas:
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