El Card. Franc Rodé, C.M., Prefecto de
En la introducción de su mensaje, el Card. Rodé agradeció a los Salesianos por su aportación a
“La fe cristiana, frente a un mundo complejo y a sus crisis, está expuesta a todas las preguntas y a los desafíos sobre Dios, sobre su ingreso en la historia en la persona de Jesús, sobre la naturaleza del hombre y sobre el sentido de su vida y de la muerte”. La respuesta a esta situación, que no excluye a
Recorriendo los temas de los últimos Capítulos Generales, el Card. Rodé invita a los Salesianos a “Regresar a Don Bosco y a repartir de Don Bosco para despertar el corazón” como profunda opción de espiritualidad que es “vida según el Espíritu y la radicación en la existencia cotidiana, con sus fatigas y sus tensiones, sus impulsos y sus asperezas, reflexionando así sobre el espesor de caminos espirituales – personales y eclesiales – densos de vida y de misterio”.
La figura del “saltimbanqui de I Becchi”, que caracterizó la juventud de Don Bosco, es para el Card. Rodé, “verdadera y propia consagración consciente y voluntaria, misión por la salvación integral de los jóvenes”. Con abundantes referencias a la carta de Juan Pablo II, “Iuvenum Patris”, el Prefecto de
Para alcanzar estos objetivos, el Card. Rodé, ha invitado a los Salesianos, en cuanto consagrados, a “afianzar constantemente los vínculos de la alianza con Dios”.
El lamento de Bartolomé Garelli, primer muchacho del oratorio fundado por Don Bosco – “Tengo dieciséis años… y no se nada” – es aún actual y viene perpetuado de manera diversa por los jóvenes de hoy. Y uniendo la misión con la vocación salesiana afirma: “Hoy, más que en el pasado, tenemos necesidad de una mirada profética sobre los tiempos nuevos, tan complejos y difíciles, y sobre todo de la audacia de los santos, con corazón grande y generoso”. “Es necesario ser capaces de hablar de la verdad, sin tener miedo a hacerlo, incluso cuando nos parece incómoda. Como, continuamente, hace el Santo Padre –ha detto il card. Rodé-. (…)El ministerio que desarrolláis os pone, en primer lugar, ante la transmisión de la fe. Ésta, lo sabemos, no es primariamente un contenido abstracto, sino un estilo de vida que brota de la opción de ponerse al seguimiento de Cristo y de asumir en nosotros su palabra como promesa y realización de sí”.
Hablando sobre la soledad que los jóvenes de hoy viven, el Cardenal ha lanzado una apelo: “Si deseamos hacer algo por los jóvenes, es necesario ante todo ser personas de gran corazón”. Pera alcanzar este objetivo es importante, según el Card. Rodé, recuperar el encuentro personal y la guía de los jóvenes poniendo en acto el “no basta amar” de Don Bosco.
Al concluir su intervención el Prefecto de
Fuente: InfoANS