Estimada Familia Salesiana y queridos amigos de las obras de Don Bosco.
Los saludo cordial y afectuosamente. Es una verdadera alegría dirigirme a ustedes en esta primera edición del Boletín Salesiano 2024.
Como Familia Salesiana celebramos el segundo centenario del sueño que Juanito Bosco tuvo en 1824, a la edad de nueve años, en la casita de los Becchi. Por este motivo, el rector mayor, don Ángel Fernández, décimo sucesor de Don Bosco, ha decidido que este sueño sea el eje articulador del Aguinaldo espiritual, cuyo lema es: ‘El sueño que nos hace soñar’. Un corazón que convierte a los ‘lobos’ en ‘corderos’.
Ese sueño fue posible porque antes Dios soñó a Don Bosco y su misión entre los jóvenes y, en ello, nos ha soñado también a todos nosotros, quienes somos parte de la gran Familia Salesiana del mundo y Chile. Nuestro Dios tiene para cada uno un sueño y proyecto ideado y diseñado a medida por Él mismo.
El Sueño nos hace soñar y nos invita a pensar: ¿Quiénes somos y para quiénes somos hoy como Familia Salesiana? Por ello, los animo -a partir de nuestra propia identidad- a soñar nuestra presencia carismática en la Iglesia chilena, en la educación formal y, sobre todo, soñar nuestro servicio a los niños y jóvenes.
El Señor sigue confiando en nosotros para acompañar y convertir en realidad los sueños de los jóvenes y sus más profundos anhelos en la búsqueda del sentido de sus vidas.
Para comprometernos con los sueños de los jóvenes, es fundamental ofrecerles oportunidades educativas pastorales de calidad, que los ayuden a desarrollar su potencial y encontrar su vocación en la vida. Debemos estar dispuestos a brindarles acompañamiento y orientación, a escuchar y comprender sus aspiraciones, brindarles espacios de participación y a empoderarlos en la construcción de una sociedad más justa y fraterna.
Como Familia Salesiana estamos llamados a no permanecer indiferentes ante los desafíos y problemas que enfrenta nuestra sociedad. Debemos ser agentes de cambio, promoviendo el diálogo, la solidaridad y la creatividad en la búsqueda de soluciones a las problemáticas, en particular de la realidad juvenil.
Enfrentemos juntos el desafío de conectarnos con la realidad chilena, entendiendo las necesidades y sueños que los jóvenes tienen para nuestro país.
Dignos hijos de nuestro padre Don Bosco, soñador, audaz y valiente para hacer sus sueños realidad; los animo a soñar con esperanza, alegría, optimismo y con la certeza de que Dios nos acompaña en nuestra hermosa y desafiante misión de ‘evangelizar educando’ y ‘educar evangelizando’, para que los jóvenes hagan realidad sus sueños.
Me sirvo de esta instancia para invitarlos a acoger las orientaciones de la Iglesia Universal y del Papa Francisco, quien nos exhorta a unirnos en el “Año de la Oración en la Iglesia”, el que ha sido inaugurado con motivo de la preparación del año Jubilar del 2025, por lo tanto, 2024 estará dedicado a redescubrir el valor y necesidad de la oración en la vida personal, comunitaria y vida de Iglesia.
Como salesianos tenemos un estilo particular de oración que descubre la presencia de Dios en la vida de los jóvenes; en sus sueños, esperanzas, anhelos y también en sus fracasos y desesperanzas. Esta es una ocasión muy oportuna para encontrarnos con ellos y juntos orar y rezar por sus sueños y los de Chile.
¡Sigamos en camino, confiando en los jóvenes, Dios y María Auxiliadora, la madre que ayuda a hacer realidad los sueños!, como lo hizo con Juanito. Ella nos bendiga y acompañe en este nuevo año educativo pastoral, ¡porque juntos podemos hacer grandes cosas!
Saludos fraternos en el Señor.
P. Nelson Moreno Ruiz