En tiempos en que escasea la feligresía en las iglesias, Leda Bergonzi convocó a más de 10 mil personas en el Templo Votivo de Maipú y a otras tantas en el Santuario de Lourdes. Una visita que no estuvo exenta de polémica. ¿Es apoyada por la Iglesia Católica?
Mujer, laica, casada, madre de cinco hijos, abuela de un pequeño… A simple vista, una vida común y corriente.
Pero la argentina Leda Bergonzi (44), la misma que los medios de comunicación bautizaron como “la sanadora de Rosario”, rompe muchos estereotipos y deja a pocos indiferentes.
Es mediodía del lunes 8 de enero de 2024. La Gruta de Lourdes, en Santiago, está a toda capacidad. Afuera del recinto más de 10 mil personas soportan el sol estival, apiñadas en calle Santo Domingo y en el interior del Parque Quinta Normal.
Dentro del santuario, Leda llega hasta el presbiterio de la gruta. Acaba de terminar la misa y un sacerdote diocesano expuso el Santísimo en el altar. Leda comienza a cantar alabanzas a Dios. Viste blusa blanca de hombros descubiertos, jeans ajustados y zapatillas coloridas. En su talón derecho se advierte un tatuaje.
Pasada media hora, Leda Bergonzi para de cantar y su equipo (Comunidad Soplo de Dios Viviente) comienza a ordenar en filas, frente al altar, a una porción de los miles de asistentes.
Mientras continúa la música, camina, ora e impone las manos a cada una de las personas. Algunas caen de espaldas, otras lloran, se abrazan, piden que rece sobre las fotos de sus familiares… La tónica es la misma. Canta y ora tocando la cabeza de cada uno, incluidos guardias, personal municipal y policías. Todo acaba pasadas las 2 de la madrugada.
Dos días antes había ocurrido algo similar en el Templo Votivo de Maipú. Al mediodía, Carabineros de Chile ya estimaba seis mil personas. Llegaron, finalmente, más de 10 mil. Toda una paradoja cuando muchas iglesias capitalinas apenas reciben fieles los domingos.
Grandes interrogantes
El fenómeno de Leda Bergonzi abre grandes interrogantes. De partida, ¿está respaldada por la Iglesia Católica? La respuesta la dio el propio arzobispo de Rosario, Eduardo Martín, en un comunicado publicado en septiembre de 2023: “Este es un fenómeno religioso que se da dentro de la Iglesia Católica, donde hay diversas expresiones y grupos. Uno de esos, de carácter carismático, es la comunidad Soplo de Dios Viviente. Está configurada como un grupo de oración y evangelización. Esta comunidad viene desarrollando sus actividades desde hace ocho años, siempre acompañada por un sacerdote del clero diocesano de Rosario”.
Agrega: “La Iglesia de Rosario, viendo los buenos frutos que produce en mucha gente, acompaña este fenómeno para ir discerniendo la profundidad y solidez del mismo”.
Entonces, otra pregunta: ¿Sigue ocurriendo la sanación física en la Iglesia tal como sucedía en los primeros años del cristianismo?
Sobre este tópico existe un documento vaticano denominado “Instrucción sobre las oraciones para obtener de Dios la curación”, publicado en 2000 por la Congregación para la Doctrina de la Fe, firmado por el entonces cardenal Joseph Ratzinger:
“En los encuentros de oración organizados para pedir curaciones sería arbitrario atribuir un ‘carisma de curación’ a una cierta categoría de participantes, por ejemplo, los dirigentes del grupo; no queda otra opción que la de confiar en la libérrima voluntad del Espíritu Santo, el cual dona a algunos un carisma especial de curación para manifestar la fuerza de la gracia del Resucitado”.
El documento también entrega recomendaciones disciplinarias, por ejemplo, durante el desarrollo de las jornadas de sanación: “No se llegue, sobre todo por parte de quienes los guían, a formas semejantes al histerismo, artificiosidad, teatralidad o sensacionalismo”.
La polémica del cáncer
“Él cáncer es una enfermedad de hoy. Sabemos que tiene un origen, que es la falta de perdón. El cáncer es todo emocional”.
Estas palabras emitidas por Leda en el Templo Votivo de Maipú, el 6 de enero, generaron escozor y polémica en medios de prensa, en el ambiente médico y científico e, incluso, en la Iglesia chilena y argentina.
Hasta el recién asumido arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, debió responder. “Estoy absolutamente en contra de esa afirmación de ella. No es lo que dice la ciencia, en la cual yo creo mucho. No creo en eso”, dijo al Diario de Cooperativa. Hay que recalcar que es también experto en bioética.
Luego del evidente rechazo a sus declaraciones, Leda Bergonzi conversó con la prensa el 8 de enero en Lourdes. “Me tomaron de sorpresa y contesté lo que me salió en ese momento, porque soy de contestar, pero, para no sacar de contexto, nosotros acá no pedimos que la gente deje la medicina ni mucho menos. Sí creemos que Dios puede cambiar diagnósticos, por eso estoy acá y, de hecho, lo viví y experimenté”, aseguró.
“Es un tema delicado. Que todos los médicos que me estén escuchando y todas las personas que padecen esta enfermedad se queden con este mensaje único: busquen a Cristo. Nada más, simplemente fue eso. No es desvalorizar a la medicina, al contrario, nosotros los acompañamos desde la fe”, agregó.
Fue precisamente la fe la que movió a la multitud que estuvo dispuesta a acampar dos noches para ver a la “sanadora”. Enfermos terminales, personas con ansiedad y depresión, pacientes oncológicos… Cientos de personas que esperan hace años por una operación y que perdieron, hace rato, la fe en el sistema de salud.
Ellos creyeron que existía, al menos, una posibilidad de sanación.
Por Alejandro Manríquez, periodista