“El MJS marcó de una manera muy significativa mi vida. Aquí construí la persona que soy”.
El P. Ángel Fernández, Rector Mayor de los Salesianos, en su mensaje para 2023 nos invitó a ser partícipes del fermento de la sociedad, acompañando, discerniendo, reflexionando y asumiendo el importante rol de la vocación laical.
Para cubrir las necesidades de los jóvenes de hoy, junto al fiel compromiso de los Salesianos de Don Bosco, es necesaria la corresponsabilidad de los educadores pastores, quienes están llamados a ser partícipes del proceso educativo y evangelizador.
Siguiendo los principios de nuestra congregación, que desde sus inicios promueve la labor conjunta en la misión salesiana, el Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) ha motivado el rol de los agentes pastorales en diferentes espacios, sin distinguir geografía, edad o el papel que emplean en el engranaje social.
Manuel Sanhueza, exalumno del Instituto Salesiano de Valdivia (ISV), es coordinador del Área de Apoyo y uno de los asesores del Centro General de Estudiantes. Tras dos décadas de egreso del establecimiento, enfatiza:
“Fue en la enseñanza media donde me dieron la posibilidad de trabajar en las Comunidades Apostólicas, Club Domingo Savio, CampoBosco, Colonias Salesianas Villa Feliz y Comunidades Misioneras, entre tantas otras. A partir del servicio prestado construí mi camino vocacional”.
Dice que es un desafío constante dar respuesta oportuna a los estudiantes y sus familias en todos los ámbitos educativos, “pero cuando lo miras con los ojos de Don Bosco y su misión, de alguna forma la perspectiva desde donde nacen las soluciones es a través del corazón, y eso siempre va a destacarse en una casa salesiana”.
Victor Pérez tiene 22 años y es parte del equipo pastoral del ISV, lugar donde estudió desde kínder hasta cuarto medio. Se especializó como técnico en Educación Especial y dice que eligió el camino de la Pedagogía para transmitir la alegría y el legado de Don Bosco.
“Vivir el Espíritu Salesiano estuvo muy ligado al servicio a los demás, enfocado en actividades voluntarias, estando siempre dispuesto a colaborar en todo, entregando alegría y, por sobre todo, abriéndome con las personas que necesitaban ser escuchadas”.
Espacio de vocación
Víctor asegura que seguirá recorriendo la misión de acompañar, pero ahora como adulto. “Desde que empecé a involucrarme en el MJS sentí el llamado a prestar mi servicio acompañado de Jesús, transmitiendo enseñanzas. Entregar ese mensaje a los jóvenes, que con poco puedes lograr mucho, estando al servicio de los demás de la mano de Cristo. Sin duda es lo que sigo haciendo, lo que me apasiona y motiva día a día”.
“Tuve la posibilidad de conocer a muchas amistades que hasta hoy conservo, y veo que también van dejando huella con un estilo cercano, amable y empático en las áreas que se desempeñan en la sociedad. Es lo imprescindible para lograr un cambio en este mundo”, asegura Manuel.
“El MJS marcó de una manera muy significativa mi vida. Aquí construí a la persona que soy actualmente. Me inspiró también a enfocarme en lo que me gusta y apasiona, que es trabajar y ayudar a muchos jóvenes estando al servicio de los demás”, finaliza Víctor.
Por Antonella Ferma, periodista.