El fanatismo por las figuras públicas ha llegado a tal extremo que muchas personas consideran a las celebridades piezas fundamentales en sus vidas, al punto de defenderlos, odiar a sus enemigos e, incluso, generar vínculos amorosos unilaterales con ellos.
La mayoría hemos sentido en algún momento de nuestras vidas admiración y cariño por personajes públicos con quienes jamás nos relacionamos de forma real. Hay un sinfín de fans que soñamos con conocer a esos artistas y celebridades con los cuales nos identificamos, pero actualmente hay quienes llevan esa situación un paso más allá, generando las denominadas relaciones parasociales.
Se trata de interacciones imaginarias que se establecen con personajes ficticios o celebridades ligadas a los medios de comunicación, como la televisión, cine o redes sociales, y debido principalmente al auge de estas últimas, hoy se está acrecentando el sentimiento de cercanía con los famosos.
Según Claudia Saldes, psicóloga escolar y clínica infanto-juvenil, la característica principal de esta relación radica en que es unilateral, es decir, no hay reciprocidad efectiva, ya que no existe una interacción real entre espectador y celebridad.
“Esta interacción puede desarrollar en las personas fuertes emociones, entre ellas, sentimientos de admiración, afecto, inspiración, pertenencia y compromiso, por lo que pueden llegar a ser tan intensas como las relaciones que tienen con sujetos reales”, explica.
Agrega que puede haber distintos niveles de admiración e identificación con el personaje o celebridad, lo que repercute en la intensidad de esta relación parasocial y las consecuencias positivas o negativas que se generen en el espectador.
Saldes se dedica al área escolar y dice que entre estudiantes este tipo de relaciones son bastante comunes, “ya que redes sociales como TikTok o Instagram son parte de la vida cotidiana de casi todos los adolescentes, por lo que no es extraño conversar con ellos y descubrir que se sienten atraídos e identificados con influencers”.
Comenta que, actualmente, muchos de ellos se interesan por conocer sus vidas privadas, cómo piensan y se comportan, dónde van o con quiénes se relacionan. El problema comienza cuando tienden a establecer un concepto de estos personajes basado casi exclusivamente en lo que muestran a través de sus redes, lo que no se asocia a la vida real necesariamente.
“En el ámbito psicológico, la dificultad surge cuando esta admiración los lleva a compararse con frecuencia, ya que podría afectar su autoestima, capacidad de autoaceptación y nivel de frustración”, señala la psicóloga.
Relaciones parasociales en tiempos de ciberacoso
El ciberacoso está a la orden del día y quienes tienen relaciones parasociales también pueden llegar a hostigar a los “enemigos” de sus ídolos. Un ejemplo de ello es lo que ocurre con algunos seguidores del reality Gran Hermano de Chilevisión, quienes han insultado y amenazado de muerte a participantes del programa y a sus familias. ¿Cómo se explica este nivel de violencia?
De acuerdo a la psicóloga, existen diversos factores, entre ellos, el nivel de madurez mental o la etapa de vida en que se encuentre el espectador.
“Es importante mencionar que la búsqueda de identidad o de sentido de pertenencia es propia de la adolescencia, por lo que en muchas ocasiones esta admiración, sumada al deseo de sentirse validado por sus pares, los lleva a reaccionar de manera impulsiva en busca de aprobación”, dice.
¿Qué hay detrás del ciberbullying? “Habitualmente, dificultades para gestionar las emociones, lo que se asocia a problemas psicológicos derivados de problemas familiares o a una deficiente educación emocional”, afirma Saldes.
La sorprendente violencia en redes sociales hacia figuras públicas, incluso por decisiones personales, plantea interrogantes sobre su reflejo en la sociedad real. Aunque la convivencia escolar y educación emocional se promueven en los colegios, expertos señalan que el maltrato e impulsividad persisten en la vida cotidiana en todas partes.
“Observamos con frecuencia adultos que no saben controlar sus impulsos y otros que validan la violencia aún como forma legítima de solucionar los conflictos, por lo tanto, considero que la violencia en las redes sociales sí podría ser un reflejo del nivel de violencia inserto en la sociedad actual”, reflexiona.
Aunque en los colegios el escenario no es muy diferente, la especialista en salud mental es optimista en su evaluación. Explica que posterior a la pandemia y el confinamiento, hubo un aumento en los casos de violencia escolar, sin embargo, ha observado resultados positivos a partir del fortalecimiento de la educación emocional en el currículum nacional.
Enfatiza en la importancia de los equipos de convivencia escolar en los colegios, puesto que son los encargados de fomentar las relaciones sanas en el ámbito educativo y de proponer talleres que fortalezcan las habilidades sociales y abordar habilidades parentales con sus familias.
Eliminar la violencia: tarea de todos
Saldes explica que es necesario un compromiso transversal y generar espacios de diálogo con niños, niñas y adolescentes en torno a las relaciones interpersonales saludables, acoso y resolución de conflictos.
“Esto se debe hacer fortaleciendo las habilidades parentales, promoviendo el respeto y tolerancia y, por sobre todo, enseñando y educando a través del ejemplo, ya que los niños suelen comportarse a partir de cómo nos relacionamos los adultos y sus principales figuras de apego”.
Por Antonella Ferma, periodista