Se habla mucho de los juegos Panamericanos y Parapanamericanos en Chile, pero es bueno aterrizar de qué se trata, cuál es su importancia, qué figuras podremos ver y qué dejará después de las pruebas.
Esta gran competencia deportiva, que incluye a todos los países de América, se ha realizado en 19 ocasiones y nunca habíamos sido elegidos como sede. Postulamos el año 75, pero se hizo en México y volvimos a la carga el 87, pero se fue a Estados Unidos. Ahora sí es nuestro turno. Argentina bajó su candidatura y Santiago fue designado.
En una medida de descentralización, y también por falta actual de infraestructura, el evento tendrá presencia en regiones. El Biobío será la casa del canotaje y remo, la Región de Valparaíso recibirá 12 pruebas (entre ellas el fútbol masculino y femenino) y la de O’Higgins tendrá el surf.
En la capital, la mayoría de las disciplinas se desarrollarán en el Estadio Nacional, pero también habrá acción en Cerrillos, La Pintana y Peñalolén. El boxeo y la lucha se irán a Ñuñoa y hasta el Happyland de La Florida será la impensada sede para la competencia de bolos. El himno, llamado “A la cima”, fue escrito por la laureada Anita Tijoux y Movimiento Original, y la mascota es un pájaro de siete colores llamado “Fiu”.
Para recibir un “monstruo” de esta magnitud hubo que invertir 350 millones de dólares en infraestructura, lo que dejó en evidencia que Chile tiene estadios de fútbol de muy buen nivel, pero siempre ha estado al debe con otras disciplinas, como la natación o las pruebas ecuestres. Incluso, se levantó una Villa Panamericana en Cerrillos, que después de los Juegos se convertirá en 1.345 viviendas sociales.
A mediados de septiembre también será entregado el Centro de Entrenamiento Paralímpico, frente al Estadio Nacional, que puede albergar 11 disciplinas adaptadas y cuyo complejo fue diseñado para accesibilidad universal. Una obra que contempla una superficie total de 6.500 metros cuadrados construidos y 16.700 de áreas exteriores. El aforo en su interior es de 350 personas. Una deuda que estaba pendiente y permitirá tener deportistas paralímpicos realmente de alto rendimiento.
Paralímpicos ganan espacio
Los Juegos Panamericanos nacieron como idea en los años 40, pero no pudieron realizarse por la Segunda Guerra Mundial, hasta que Argentina organizó esta fiesta por primera vez en 1951. Lo ganaron ellos mismos y, salvo el que se llevó Cuba el 91, todos los demás medalleros fueron liderados por Estados Unidos. En 1999 se concretaron por primera vez los Parapanamericanos, para atletas con discapacidades, pero recién desde 2007 se determinó que ambos Juegos fueran en una misma sede.
Los Panamericanos serán desde el 20 de octubre hasta el 5 de noviembre, mientras que los Parapanamericanos se llevarán a cabo desde el 17 hasta el 26 de noviembre. Serán 1.690 atletas con discapacidades, representando a 33 países, y Chile estará liderado por el nadador Alberto Abarza y el tenimesista Cristián Dettoni, primer oro nacional en estos Juegos, cuando dio el golpe y subió al podio en Guadalajara 2011.
Los Juegos, derivados de ese gran evento madre que son los Olímpicos, siempre han sido una instancia para unir a través de la muestra de habilidades en torno al respeto y también de incluir a todos. Los Panamericanos partieron con 18 países y hoy son 42. Pero no había inclusión real hasta que los atletas paralímpicos tuvieran su espacio. Hoy sí existe y va creciendo a pasos agigantados, para ir creando una cultura y conciencia que van más allá del deporte. Eso es lo que quedará, no solo la infraestructura.
Lluvia de estrellas
Juegos como los de 2009 y 2011 dieron a Chile solo tres y cinco medallas de oro, respectivamente. El 2019 se consiguieron 13, liderados por las hermanas Abraham en remo, Tomás González en gimnasia, los primos Grimalt en vóleibol playa y Nicolás Jarry junto a Alexa Guarachi en tenis. Algunos se repetirán el plato y también estarán los atletas Martina Weil y Carlos Díaz entre los nombres a tener en cuenta.
Solo el primer día se vendieron 100 mil entradas, lo que representa todo un récord, y es para apoyar a los nacionales, pero también para ver a otras grandes figuras. Algunos imperdibles son los Pumas del rugby argentino, los equipos de fútbol de Brasil y Uruguay Sub 23 (con Marcelo Bielsa en el banco), la judoca cubana Idalys Ortiz, la atleta dominicana Marileidy Paulino y la colombiana Marian Pajón arriba de su bicicleta de pruebas extremas.
Sí, la misma competencia donde un día brillaron Michael Jordan, Carl Lewis, Allyson Félix, Ana Guevara y la futbolista Marta entregará nuevos emblemas e historias de motivación para levantar un país con altísimos índices de obesidad y sobrepeso, especialmente en la etapa infantil.
Por eso los países destinan parte de su inversión deportiva en atletas de alto rendimiento y otra en fomentar la vida sana desde pequeños. Es una tarea titánica. Un maratón que Chile decidió correr, aunque cueste, porque la meta siempre parecerá demasiado lejana, pero hay que llegar.
Por Paulo Inostroza, periodista