Nuestra Inspectoría recibió la visita del P. José Miguel Núñez, sacerdote salesiano oriundo de España, relator de los Ejercicios Espirituales Insieme de este año realizados en Lo Cañas.
Sobre los jóvenes, la pastoral juvenil y las letras conversó con Boletín Salesiano Chile el P. José Miguel Núñez, director del Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil (CNSPJ) y de la revista Misión Joven de España.
No es su primera vez en Chile, pues hace 11 años realizó una visita extraordinaria a nuestra Inspectoría, la que se extendió por tres meses y en la que recorrió la totalidad de las comunidades educativo-pastorales del país. Su estancia, más que una visita, fue un reencuentro con hermanos y hermanas que aprecia mucho.
Las semanas que compartió con salesianos e hijas de María Auxiliadora fueron fundamentales, porque “estamos haciendo lo que el Papa nos ha pedido, volver al Evangelio una y otra vez, que es como volver al manantial donde el agua es más pura, cristalina y auténtica. Encontrar espacios para el encuentro con Dios, oración, silencio y poner las cosas en su sitio en nuestra vida”.
Está al tanto de la situación sociopolítica de nuestro país y comprende que el contexto es muy diferente a la realidad europea en la que está inserto, pero aún así ve puntos en común en torno a los anhelos de la juventud actual.
“Hay un inconformismo que acompaña a la gente joven en el deseo de que la realidad social que vivimos sea mejor y con más oportunidades para todos. Detectamos una especie de malestar contra la sociedad, instituciones e Iglesia y, por tanto, hay deseos de cambio”, señaló.
El doctor en Teología y Filosofía cree firmemente que la Iglesia necesita recuperar terreno en la cercanía a los jóvenes y ofrecer alternativas que los ayuden a vivir con más plenitud. Para ello plantea cuatro desafíos primordiales dentro de la Pastoral Juvenil Salesiana:
• Saber presentar el Evangelio como un proyecto de vida apasionante, para que las personas encuentren cautivadora la figura de Jesús y la buena noticia del Reino.
• Revisión de todos los procesos evangelizadores que llevamos adelante.
• Ofrecer experiencias que ayuden a recuperar la centralidad de la persona.
• Que nuestros entornos sean más habitables, humanos y pendientes de las necesidades de los que más sufren.
Para el P. José Miguel la comunicación social es una herramienta y metodología absolutamente necesaria en cualquier propuesta pastoral. A sus ojos, el Boletín Salesiano o la revista Misión Joven son claves en la manera de concebir la evangelización y misión salesiana.
“Tienen que ser medios muy cercanos a las personas, con la capacidad de leer la realidad en profundidad, además de ofrecer una visión de aquello que vivimos, nos preocupa e inquieta. Tratar de ser un instrumento al servicio de la verdad evangélica”, expresó.
Hace una década se adentró en el terreno de la narrativa, descubriendo un crecimiento interior en su acercamiento a las letras. Comenzó con ensayos, luego teología e incluso ha experimentado con el género de la novela.
Es autor de libros como ‘Creer en el corazón de la ciudad, la fe que busca comprender’, o ‘A vueltas con Dios en tiempos complejos’, y novelas como ‘Pasó la noche, amor’, ‘Te protegerán mis alas’ y la reciente ‘Altiva Emerita. La conjura’.
Confiesa que se adentró en este mundo con mucho temor, pero es algo que realiza con mucha pasión y alegría, pues se siente feliz de expresar su mundo interior.
“Contar historias es algo muy salesiano. El propio Jesús y Don Bosco narraban historias. Me gusta contarlas apegadas a la realidad y que expresen valores”.
No se atreve a dar muchos consejos, pero finalmente se decide por uno: “Escribir requiere tiempo, estudio, paciencia y muchos borradores que van a la papelera, pero lo importante es que tratemos de expresar lo que llevamos dentro con todo el colorido y toda la luz”.
Por Karina Velarde, periodista
