Nuestra Congregación realiza, desde inicios de marzo, la campaña mundial “Emergencia Ucrania”, con el objetivo de recaudar fondos y ayudar al país europeo ante la situación humanitaria que vive su población a causa de la guerra.
La entrega de alimentos, medicamentos, ropa y otras necesidades básicas se ha realizado casi a diario en las zonas más afectadas, como Kharkiv, Dnipro, la región de Lugansk y Donetsk. Lo mismo ocurre con la atención a refugiados que llegan a las diversas inspectorías salesianas de países cercanos, como Polonia y Rumania.
Según datos publicados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), tras dos meses de conflicto, más de cinco millones de ucranianos huyeron a otra nación, siete millones se han movilizado a otras ciudades al interior del país y 614 mil cruzaron la frontera con Rusia.
Dado el gran flujo migratorio, los salesianos activaron protocolos de ayuda en países vecinos. Según datos entregados por misioneros de la congregación, en marzo, “Chisináu, capital de Moldavia, recibió más de 20.000 personas”, mientras que “en Bratislava (Eslovaquia) se colabora con autoridades, porque hay más de 50.000 refugiados”.
La Congregación Salesiana en Chile no quiso quedarse al margen y habilitó una cuenta exclusiva para recaudar fondos, la que, gracias a las donaciones de comunidades educativo-pastorales y religiosas, ha alcanzado un monto cercano a los 14 millones de pesos, dinero que se destinará en su totalidad a apoyar la situación humanitaria en Ucrania.
Instancias de formación
La mayoría de los adultos migrantes buscan oportunidades laborales o refugio, en cambio los jóvenes se ven afectados por carecer de resguardo y de un proceso formativo adecuado durante el día.
Para frenar esta situación, salesianos, voluntarios locales y ucranianos comparten actividades pedagógicas y lúdicas con niños, permitiendo que sus familiares busquen trabajo para independizarse económicamente.
La Inspectoría Saint Thomas of Canterbury, del Reino Unido, lanzó la campaña de recaudación de fondos para la compra de computadoras portátiles y dispositivos informáticos que serán entregados a jóvenes refugiados y docentes que se quedaron para enseñar en Ucrania.
Los líderes de la campaña señalan que “el 100% de los fondos se utilizará para apoyar a los niños ucranianos, a los maestros y a la administración escolar… Comenzaremos tratando de ayudar a los estudiantes de las escuelas de Zhytomyr y Odessa”. Además, adicionan que “si no logramos garantizar una educación para esta generación, entonces tendremos que reconocer que la guerra ha ganado”.
Desde la Inspectoría de República Checa, el P. Vojtěch Sivek, vicario y delegado inspectorial para la Pastoral Juvenil, informó que 450 niños y jóvenes asisten a clases de tutoría para ingresar a escuelas, quienes han recibido apoyo espiritual y propuestas de oración.
Además, gracias a la coordinación salesiana en la zona de conflicto, cientos de familias católicas ucranianas lograron vivir la Semana Santa, recibiendo canastas de alimentos y dulces, mientras que otras mil celebraron la Pascua ortodoxa.
Tras el compromiso directo de la Procura Misionera Salesiana de Alemania, y luego de recibir la opinión positiva de varias parroquias ortodoxas griegas, se enviaron desde Varsovia más de mil paquetes de regalo, distribuidos a las familias bajo supervisión de los salesianos. Con este acto, las familias pudieron compartir un momento de celebración en el signo de Cristo Resucitado.
Una sola voz
El Rector Mayor, P. Ángel Fernández, en una carta en solidaridad ante la situación, expresó que “la gran mayoría de las inspectorías salesianas del mundo se están movilizando para hacer llegar toda la ayuda económico-financiera posible”.
“Nosotros, como Familia Salesiana de Don Bosco, y yo personalmente en nombre de todos, gritamos ‘¡No a la guerra!’. Imploramos el cese de esta, pedimos y oramos para que llegue la paz”.
El 10º sucesor de Don Bosco reiteró que “nunca se puede justificar de modo alguno la pérdida de una vida humana, que es lo más sagrado de la creación de nuestro Dios. Nos duelen las muertes y el dolor de tantas personas ante la pérdida de sus seres queridos”.
Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas, enfatizó que “además de la ayuda humanitaria y la solidaridad de todos los rincones del mundo, es necesario que la comunidad internacional haga una verdadera apuesta por la paz y el cumplimiento del derecho internacional. No podemos quedarnos de perfil”.
Por José Estay, periodista