El aislamiento social y la exposición a redes sociales agudizan la inseguridad respecto de la imagen corporal, motivando la constante búsqueda de dietas milagrosas para bajar de peso. El ejercicio y el estilo saludable siguen ganando espacio en la vida de muchas personas. Preocupados por su salud y estética, buscan incansablemente en redes sociales la rutina perfecta o “dieta balanceada” que les permita lucir bien.
En este camino, las plataformas digitales se han convertido en un espacio donde convergen diferentes opiniones y opciones; desafortunadamente, muchas de ellas carecen de sustento científico, ya que más bien son resoluciones empíricas, no útiles para todos.
Una reciente investigación desarrollada por la Escuela de Ciencias de la Vida y la Salud de la Universidad de Aston (Birmingham), concluyó que un alto porcentaje de personas que navegan frecuentemente en redes sociales comieron más fruta y verduras debido a que las personas que siguen en sus cuentas lo hacen y recomiendan.
“El contexto que nos rodea en las redes sociales influye más de lo que pensamos a la hora de elegir cierta comida. Nos fijamos inconscientemente en el comportamiento de los demás a la hora de tomar decisiones”, explica Lily Hawkins, responsable del estudio.
Lo preocupante son las repercusiones que tiene esta influencia, que afecta la propia salud bajo la promesa de alcanzar un ‘estatus’ fitness, alterando el estilo de alimentación con las llamadas dietas milagrosas o restricción de cierto tipo de alimentos. Entre varias opciones, las mayormente mencionadas en las redes sociales son la dieta Keto y la ingesta de alimentos libres de gluten.
Dieta Keto
La dieta Keto o cetogénica es un plan alimenticio que consiste en comer alimentos ricos en grasas y proteínas, dejando de lado los carbohidratos. Esto significa que se pueden comer carnes, lácteos, huevos y mariscos, pero las pastas, papas, pan, refresco e, incluso, algunas frutas están prohibidas. Su gran efectividad se debe a la cetosis que se produce en el cuerpo, proceso que obliga al organismo a usar la grasa como principal fuente de energía.
Nicole Márquez, nutricionista mexicana, asegura que las dietas se realizan teniendo en cuenta factores como el metabolismo y la actividad física del paciente. Sin embargo, comenta que la dieta Keto no es para todo el mundo. “Sí funciona, pero por un cierto tiempo y acompañada por un especialista. Es una dieta muy limitada que no se puede llevar toda la vida,” asegura.
Aunque está comprobado que la dieta Keto ayuda a bajar de peso y combate enfermedades como la diabetes, el doctor David Katz, director fundador del Centro de Investigación de Prevención de la Universidad de Yale, sostiene que el efecto de esta solo dura si permaneces en cetosis constante; en el día “trampa” el cuerpo luchará por volver al estado natural.
“Para lograr y mantener un peso corporal saludable, u optimizar los factores de riesgo de diabetes o enfermedad cardíaca, no deberíamos centrarnos en una dieta; deberíamos centrarnos en los patrones de la dieta, haciendo cambios en las prácticas actuales que pueden mantenerse durante toda la vida”, comenta.
Gluten free
Con el mismo propósito de huir y condenar la ingesta de carbohidratos, mantenerse delgado y estar saludable, desde hace unos años se volvió muy común encontrar etiquetas “gluten free” o libre de gluten en alimentos como el pan o la pasta, que incluye la promesa de no engordar.
La doctora María del Mar Rivero, especialista en medicina funcional, explica que el gluten es una proteína que se encuentra de manera natural en el trigo, centeno y cebada, granos con los que se fabrican alimentos como el pan, galletas, harinas, pizza, pasta, cereales, pasteles, chocolates, cerveza e, incluso, champús y jabones.
Georgina Martínez del Río, nutrióloga clínica del centro Médico ABC en México, asegura que optar por una dieta libre de gluten, sin necesitarla, puede traer consecuencias, como por ejemplo, desarrollar celiaquía o daño en el intestino delgado. “El proceso óptimo para tomar una dieta libre de gluten debería partir por un estudio de laboratorio sobre las proteínas y el comportamiento de las mismas en el organismo”, agrega.
La popularidad de este hashtag y etiqueta en los alimentos se ve envuelta en la promesa de bajar de peso y alimentarse de forma saludable, eliminando los carbohidratos y harinas procesadas, sin embargo, eliminar el gluten también significa eliminar una gran fuente de fibra, lo cual deja de ser saludable para el cuerpo.
La obsesión por estar delgado
Alejandra Espinoza, académica y docente de la Pontificia Universidad Católica de Chile, asegura que en casa, los padres de familia, tutores o responsables deben velar para que los niños y niñas tengan una relación positiva con los alimentos y disminuya la posibilidad de desarrollar una TCA (trastorno de conducta alimentaria), denominada anorexia nerviosa, la cual afecta hoy tanto a adolescentes como a adultos.
El psiquiatra chileno Jorge Álvarez refuerza la idea de que los TCA son enfermedades mentales, que implican un sufrimiento emocional intenso derivado de alguna experiencia negativa.
“El aislamiento social, la exposición a redes sociales, mayor información -o desinformación- debido a la exposición a influencers dedicados a temas de la imagen corporal o de estilos de vida (falsamente) saludables, colaboran en la agudización de la vulnerabilidad, especialmente de jóvenes en situación de encierro, con poco contacto social y altamente inseguros respecto de sí mismos, en cuanto a su apariencia y su identidad”, asegura.
Es importante forjar en casa una buena relación con todo tipo de alimentos, evitando crear etiquetas estereotipadas como “saludables” o “no saludables”. Antes de tomar una dieta específica, asegúrate de consultarlo exclusivamente con profesionales de la salud; cada cuerpo es diferente, así que evita cuentas o contenidos en redes sociales que estén relacionadas con la relevancia de la imagen corporal. Tu salud física y mental depende de ti.
Por Gustavo Cano, periodista