Decenas de personas se reunieron en el Santuario María Auxiliadora de Santiago para despedir al P. Pedro Elías García Castelblanco en su misa funeral, realizada durante la mañana de hoy, 29 de octubre.
La eucaristía fue presidida por el Nuncio Apostólico en Chile, Alberto Ortega, y concelebrada por hermanos salesianos.
La misa comenzó con la lectura de la reseña biográfica del P. Pedro por parte del rector del santuario, P. Bernardo García.
Durante su homilía, el P. David Albornoz, Vicario Inspectorial, recordó momentos importantes de la vida del P. Pedro, así como sus años de estudiante en el Instituto Salesiano de Valdivia y Liceo San José de Punta Arenas. Sus estudios superiores en pedagogía y Ciencias de la Educación, además de diversos idiomas como el alemán y francés. Destacando su vida entregada al servicio y formación de futuros Salesianos como maestro de novicios en Quilpué y en el Teologado de Lo Cañas.
También leyó una carta del P. Pedro, que escribió al momento de solicitar su ingreso en el noviciado, “he invocado a Dios y a la Santísima Virgen, recibiendo de ellos el dulce llamado a la vida religiosa, además, como he decidido ser sacerdote de la Congregación Salesiana para seguir los ideales del gran Fundador San Juan Bosco”.
El Vicario recordó además, la celebración de los 50 años de sacerdocio del P. Pedro en 2004, en la que expresó, “el mismo Señor que me ha llamado, cariñosamente me ha recordado que si el grano de trigo no muere, no da fruto. Y también que por la cruz y la sepultura, se llega a la salvación”.
El P. David expresó que, “conocimos su testimonio de oración, su modo sencillo y generoso de vivir el ministerio, su disponibilidad a toda prueba. Ese testimonio ilumina nuestra propia experiencia de fe” y destacó su servicio discreto con amor a la iglesia, a través de su trabajo en la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en Chile y colaboración en el Tribunal Eclesiástico.
Posteriormente, leyó los mensajes de condolencias de Monseñor Bernardo Bastres, Obispo de Punta Arenas, quien expresó del P. Pedro, “hombre noble, íntegro, generoso, discreto, positivo” y de Monseñor Héctor Vargas, Obispo de Temuco, quien señaló “tuve la alegría de tenerlo como formador. Un hombre bueno, noble, recto, en el cual brillaba su fidelidad, discreción, austeridad, pobreza y fraternidad”.
Un sobrino del P. Pedro dirigió unas palabras a los presentes. “Queremos agradecer a todos quienes nos han acompañado. Le damos gracias por todo lo que nos enseñó y acompañó. Desearle que esté disfrutando en la gloria eterna”, expresó.
El P. Bernardo García, recordó sus viajes a la Nunciatura y los test que realizaba como formador. “Tuve la suerte de acompañarlo en sus últimas operaciones y me siento muy orgulloso de haber estado con él”.
La celebración concluyó con la entonación del himno de la Congregación por parte de sus hermanos salesianos.
FUENTE: Comunicaciones Salesianos Chile