“Honra a tu padre y a tu madre”, es el primer mandamiento, al que le sigue la promesa “para que seas feliz y se prolongue tu vida sobre la tierra” (Efesios 6, 2-4)
El insondable amor de Dios se revela en nuestra vida como un misterio. Intentar definirlo sería limitarlo, pues en el entendimiento humano no hay cabida para semejante bendición. Sin embargo, si hay un amor que se aproxima puede ser el de nuestras madres, que han sabido amar como nadie más lo hace. En esta edición las honramos por aceptar valientes la vocación de traer y cuidar nueva vida en el mundo. Revisa el boletín interactivo para ver estas entrevistas.
Por José Antonio Rodríguez, fotógrafo