Testimonio de Sor Paola Aspelgreen, hija de María Auxiliadora que encomendó a Dios su recuperación del cáncer.
La pandemia nos ha obligado a mirar de frente al dolor. Enfermedad y muerte se han hecho habituales, provocando en muchos de nosotros ansiedad y miedo. Pero, para algunos, la prueba ha sido por partida doble. Es el caso de Sor Paola Aspelgreen (46), hija de María Auxiliadora, quien en 2020 tuvo que enfrentarse de forma repentina al cáncer. Su testimonio es ejemplo de fe y resiliencia que ayuda a no dudar del amor de Dios en medio de la incertidumbre.
Respirar salesianidad
Sor Paola Lorena Aspelgreen Sánchez nació el 5 de marzo de 1975 en Puerto Natales, en medio de una familia cristiana. Sus padres, ambos salesianos cooperadores, le inculcaron el servicio hacia los más necesitados. En sus propias palabras, “en Magallanes se respira un ambiente salesiano”.
Cursó educación básica y media en el Colegio María Mazzarello de Puerto Natales y en el Liceo María Auxiliadora de Punta Arenas. Fue allí, en el patio de esos colegios, donde sintió el llamado a la vida religiosa.
Su aproximación al discernimiento vocacional llegó en un retiro espiritual en el que preguntaron: “¿A quién le gustaría el camino de la vida religiosa?”. Sin darse cuenta, levantó su mano.
Una santidad cercana, alegría de lo cotidiano y amor a los niños y jóvenes; fueron las características del carisma salesiano que calaron en su corazón y le confirmaron su vocación religiosa.
Fe probada a fuego
En julio recibió el diagnóstico de su enfermedad: leucemia. Pasó 18 horas en la urgencia del hospital, tiempo en el que reflexionó sobre su vida. Su única preocupación eran sus padres, pero ella se sentía preparada si el Señor la llamaba a su encuentro.
“Nunca me sentí abatida, me confié a Dios; si ese era mi momento, sentía que estaba feliz. Había vivido mi vida a concho con los jóvenes”, recuerda.
Comenzó de forma inmediata la quimioterapia. Encomendó su tratamiento a Dios y a Laura Vicuña.
“Con Laurita tengo una sintonía desde niña. Mi mamá me regaló un libro de ella, a los cinco años, que se llama 'Por ti, mamá'. Me encantó la vida de Laurita, cómo colocó su confianza en Dios y sintió a la Virgen como una Madre. Por lo demás, trabajo en un hogar de menores donde ella es la protectora”, señala.
Sor Paola tuvo una recuperación milagrosa y desde noviembre pasado su cáncer está en remisión. Se emociona al recordar a todas las personas que se unieron para orar por su salud.
“Nunca imaginé tener una red de apoyo tan grande. Agradezco la cercanía y oración de todos. Efectivamente, la oración mueve montañas. Que todo lo que a Dios han pedido por mí, se les devuelva con creces”, expresa con profunda gratitud.
Este paso potente la llevó a replantear su vida y a reflexionar: “Jamás me he rebelado contra esta enfermedad, aprendí a aceptarla como compañera de camino. Esto me permitió sanar y volver a vivir con más gozo, hasta cuando Dios quiera. Lo siento como un milagro del Señor”.
Que la esperanza vuelva a florecer
Nos encontramos en momentos críticos en nuestro país. Los contagios aumentan día a día. Después de un año de pandemia y confinamiento, la fatiga comienza a sentirse, pero Sor Paola no pierde su confianza en Dios y en la Virgen.
“La gente necesita vernos como una familia salesiana alegre, con un rostro misericordioso, cercano y fuerte. Necesitamos que la esperanza vuelva a florecer en nosotros para que, desde donde estemos, sigamos con nuestro apostolado, con una oración, mensaje de texto o llamada telefónica, que ayude a alguna persona a salir adelante”, expresa con vehemencia.
A todas esas jovencitas que están discerniendo su vocación, las invita a no tener miedo. “La Iglesia necesita gente con garra, fuerza y energía. Voy a cumplir 25 años de profesión religiosa y soy inmensamente feliz. Es una opción diferente que no coartó mis sueños, sino que los concretó al servicio de otros”.
Por Karina Velarde, periodista
Que la santísima Virgen la proteja , la cuide y la sane pronto para q vuelva a estar con sus niños y jóvenes q usted tanto quiere …
Es una gran alegría que Sor Paola esté mejorando. La fe,unión y amor hacen milagros. Laurita Vicuña siempre a sido una gran intermediaria a nuestra Madre Auxiliadora. Soy una salesiana de corazón y me siento siempre muy unida a las Hijas de María Auxiliadora