Nuevos desafíos asume Fundación Don Bosco, los que invitan a que se sumen más personas de buen corazón.
Durante 2020 duplicamos la cantidad de personas que atendemos en nuestra fundación, lo que generó mucha tensión en nuestros programas. Gracias a Dios, los equipos respondieron con profundo compromiso y eso permitió que nunca dejáramos de funcionar.
En 2021 hemos continuado consolidando el sistema de rehabilitación e integración social, cuyo centro son los jóvenes, ampliando nuestra llegada cuando más nos necesitan.
Desde hace años trabajamos para que todos nuestros proyectos estén conectados, comprendidos como una invitación a cambiar la vida superando la pobreza, volviendo a las familias, reingresando a la escuela, dejando el consumo de drogas y la delincuencia, atendiendo de forma integral a los niños, niñas y jóvenes más pobres, abandonados y en peligro.
Cuando recibimos a un joven que busca nuestra ayuda, independiente del lugar del que venga, es acogido no en un programa, sino en un sistema articulado de proyectos que responde a sus necesidades y dimensiones para que pueda transitar y avanzar a través de etapas y servicios que contribuyan con su reinserción social.
Lo fundamental es nutrir nuestro país. Esa es la idea central del sistema integrado de rehabilitación social que proponemos. Desde ahí, cada programa nuevo contribuye con un área de necesidad de los jóvenes y, al mismo tiempo, permite el acceso a un sistema más amplio. Por eso abriremos nuevos programas, para ser una opción cada vez más integral para los jóvenes que atendemos.
Juntos demos oportunidades
La nueva comunidad terapéutica “Miguel Magone” se especializa en el segmento juvenil, con poca oferta a nivel RM. Al asumir este desafío nos hacemos parte de las necesidades más relevantes para acompañar a los jóvenes de hoy, como es la rehabilitación del consumo problemático de drogas, y abrimos un acceso a los jóvenes de nuestros propios proyectos que necesiten este apoyo. La idea es prevenir y curar al joven antes de que sea tarde.
El programa se llevará a cabo en una casa de la comuna de Padre Hurtado confiada gentilmente en comodato por la Fundación San Vicente de Paul. Cuenta con un cupo máximo de 14 residentes, quienes serán atendidos por un equipo profesional y especializado, apoyado por Senda.
Estos jóvenes, al cumplir ciertas condiciones, podrían proyectarse hacia las Casas Compartidas, al terminar la rehabilitación, residencias para chicos de 18 años que provienen de situación de calle o de programas que atienden perfiles similares, que han avanzado en su rehabilitación, pero que aún no han terminado su proceso personal y requieren un espacio de protección en el cual vivir mientras completan sus metas de autonomía y desarrollo. Este programa es acompañado por un equipo profesional muy competente y recibe apoyo de la Seremía de Desarrollo Social RM.
En febrero se abrió la nueva comunidad terapéutica, mientras que las nuevas casas para los jóvenes mayores de 18 años comienzan en marzo. Para llevar adelante toda la propuesta, es necesario que más personas se hagan parte de la fundación, para que juntos entreguemos oportunidades.
Los invitamos a visitar www.fundaciondonbosco.cl . Con el aporte de muchos podremos cambiar la realidad de quienes, por falta de amor, no han tenido las mismas oportunidades.
Por P. Víctor Mora, presidente Fundación Don Bosco
Mucha suerte en este desafío, como profesional del área social estaré apoyando en el tratamiento de rehbilitacion. Saludos