“Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo” Mt 9, 38
Don Segundo es un hombre de campo. Desde muy pequeño ha dedicado sus manos a cultivar la tierra en la que habita desde que nació, cosechando cada año los frutos de su trabajo.
Sin embargo, no solo ha sembrado papas, cebollas y maíz, sino también fe, amor y esperanza. Hace 27 años ejerce el diaconado permanente en el Valle de Colchagua, donde pone sus mejores esfuerzos en la cosecha espiritual para el reino de Dios.
Por José Antonio Rodríguez, fotógrafo