Miguel Rúa, primer Rector Mayor de la Congregación Salesiana, se refirió a Don Bosco con las siguientes palabras: “No dio paso, ni pronunció palabra, ni acometió empresa que no tuviera por objeto la salvación de la juventud. Lo único que realmente le interesó fueron las almas” y con esa frase fue recordado hoy el Padre, Maestro y Amigo de los jóvenes, en la celebración de acción de gracias en que la Familia Salesiana de Chile renovó su fidelidad a la vocación salesiana.
La eucaristía en conmemoración de los 205 años del natalicio de San Juan Bosco fue transmitida por redes sociales desde el Teologado de Lo Cañas; presidida por el P. Inspector, P. Carlo Lira y concelebrada por hermanos salesianos.
Cientos de personas se conectaron a Facebook y Youtube para vivir la celebración online, que estuvo marcada por la presencia de la reliquia de Don Bosco y comentarios como, “salesianos una vez, salesianos siempre” y “feliz fiesta de la fidelidad”.
Durante la homilía, P. Carlo Lira, se refirió al gran modelo de santidad que dejó Don Bosco. “Don Bosco es nuestro modelo, en cuanto que, reproduce como imagen viva a Cristo, buen pastor. Su vida, más que sus palabras, pueden expresar lo inexpresable. Don Bosco sigue ejerciendo sobre nosotros una atracción que, al desarrollarse con el estudio y la búsqueda sincera, se convierte en amor, transformación y renovación”, expresó.
Prosiguió con los grandes dones que poseía Don Bosco, gracias a su comunión con Dios y el Espíritu Santo, “era profundamente humano y rico en las virtudes de su pueblo, capaz de inspirar estima, confianza, afecto, porque era capaz de amar, soñar y realizar. Toda su riqueza de naturaleza y de gracia la puso Don Bosco al servicio de una sola misión, un proyecto de vida profundamente unitario: salvar a los jóvenes”, añadió el Provincial.
El P. Carlo, concluyó sus palabras, motivando a la Familia Salesiana a no perder la esperanza en este tiempo y confiar que Don Bosco intercede por nosotros. “Él sigue siendo el modelo con quien confrontar nuestra fidelidad, el animador de nuestros proyectos educativos y pastorales, el intercesor ante Dios de las gracias que necesitamos”.
Antes de finalizar la misa, los hermanos salesianos presentes en el Teologado de Lo Cañas y la Familia Salesiana reunida a la distancia, renovaron su compromiso de fidelidad a Dios, a Don Bosco y a la Iglesia, para luego recibir la bendición final.
La eucaristía fue animada por diversos representantes de los grupos de la Familia Salesiana. Participaron Hijas de María Auxiliadora, Voluntarias de Don Bosco, Salesianos Cooperadores, Exalumnas de las Hijas de María Auxiliadora, Antiguos Alumnos Salesianos, Asociación de Devotos de María Auxiliadora (ADMA), Comunidad Misión Don Bosco, Canción Nueva, EPE, EME y Hogares Don Bosco.
FUENTE: Comunicaciones Salesianos Chile
