Sor Sonia Estay, FMA
Mujer con personalidad alegre, sociable y extrovertida, destacó por su fe sencilla y dones para la danza. Religiosa dinámica, creativa, amiga del Espíritu Santo, que fue mediación de personas con mejor situación económica, para llegar a colaborar con personas que viven en pobreza. Trabajadora, de grandes cualidades humanas y educativas, con un gran corazón salesiano.
Nació en Valparaíso el 15 de junio de 1942. Hija de una creyente y respetable familia de Playa Ancha, compuesta por sus padres, Bernardo y Luzmira, y sus hermanos, Olivia y Manuel.
Sor Sonia conoció el carisma salesiano en el Colegio María Auxiliadora de Valparaíso. En 1965 ingresó como postulante en Santiago. Realizó su primera profesión religiosa en 1968 y el 24 de enero de 1974 consagró su vida al Señor y a su Madre Auxiliadora.
En 1972 recibió el título de Profesora de Educación Primaria en la Pontificia Universidad Católica de Chile; en 1987, el título de Profesora de Religión para la Educación General Básica, y en 1988, el título de profesora de Religión para la Educación Media, por parte de la misma casa de estudios.
Se desempeñó como profesora de Religión e Historia, asistente, consejera escolar y asesora del grupo asociativo de niñas ALVI (Aventura Laura Vicuña) en las comunidades educativas pastorales de Santiago, Puerto Montt, Valparaíso, Talca y Los Andes.
Participó por muchos años en comunidades de la Renovación Carismática. Fue acompañante espiritual de tantas personas que no frecuentaban nuestras casas salesianas, pero que tenían un deseo profundo de conocer al Señor y colaborar dentro de sus posibilidades económicas con quienes más lo necesitaban.
Desde el 2008 formó parte de la comunidad S. María D. Mazzarello de El Bosque por sus complicaciones de salud. Su delicado estado, producto de varias enfermedades que la afectaban desde hace varios años, se vio agravado a raíz del Covid-19.
Sor Sonia retornó a los brazos del Padre el 16 de mayo, a los 77 años de edad y 52 años de consagración religiosa.
Sor María Quezada, FMA
Mujer sencilla y de buen humor, con un amor profundo a Dios, de mirada contemplativa, presencia afectuosa, tierna, risueña, muy atenta, sensible a las necesidades de los pobres y amante de la Virgen.
Nació en Cauquenes, Talca, el 15 de septiembre de 1930. Hija mayor de Alberto Quezada y Evarista Lara, quienes conforman una gran familia con 13 hijos: nueve mujeres y cuatro varones.
En el Colegio María Auxiliadora de Talca conoció a las hermanas. Comenzó el postulantado el 24 de julio de 1946. Ingresó al noviciado el 24 de enero del año siguiente, realizando su primera profesión religiosa el 2 de febrero de 1949 en Santiago.
A partir de 1952 ejerció como profesora de enseñanza básica, aún sin obtener el título profesional, animada por su juventud y testimonio de las hermanas. La docencia la llevó adelante como verdadera misionera a lo largo de todo el país y de manera continuada durante 30 años. Fue profesora de Enseñanza Básica en Puerto Aysén, Viña del Mar, Santiago, Santa Cruz, Punta Arenas, Puerto Montt, Puerto Natales, Iquique y Linares.
En 1956 obtuvo su título como Técnico Agrícola en la Universidad de Chile, y en los años 1972 y 1977 se tituló como profesora de Educación Primaria y Catequista, respectivamente, en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Desde 1983 se desempeñó como vicaria en la comunidad María Auxiliadora de Valdivia. En 1985 fue nombrada directora de la comunidad S. María D. Mazzarello de Puerto Natales, servicio que desarrolló por dos trienios. Volvió a Santiago en 2005, como ecónoma en la comunidad de San Miguel.
Su última comunidad fue la casa de salud S. María D. Mazzarello, a la cual llegó con variadas complicaciones de salud. A mediados del mes de mayo del 2020, Sor María inició un estado de sopor del cual no pudo salir adelante, relacionado con una isquemia crítica en la extremidad inferior izquierda. El Señor la llamó a su encuentro el 17 de mayo, a los 91 años de edad y 71 de consagración religiosa.
Sor Cecilia Salas, FMA
Mujer de mucha iniciativa, lúcida, creativa y lúdica, que sabía disfrutar de las cosas y gestos sencillos como don del Señor. Fiel a la amistad y respetuosa de los demás. Religiosa muy atenta a la vida comunitaria y al quehacer de la comunidad educativa. Hermana afectuosa, de gran calidad humana, que creaba un clima de comunión. Testimonio de piedad y amor al sacramento de la confesión y eucaristía.
Nació en Santiago el 30 de diciembre de 1929. Hija de Rosendo Salas y Raquel Acosta y hermana mayor de Pablo y Amelia. Realizó sus estudios en el Liceo José Miguel Infante, en el que conoció y compartió con las Hijas de María Auxiliadora. Inició el postulantado el 24 de julio de 1947. Un año más tarde fue admitida al noviciado y realizó su primera profesión religiosa el 2 de febrero del año 1950.
Inició su formación para titularse en el año 1952 como profesora normalista con mención en Ciencias Naturales y Educación Musical. A partir de 1953 y de manera continuada hasta el 2012, ejerció gozosamente su vocación de profesora, en algunos períodos con niñas pequeñas, en otros en medio de las jóvenes. No solamente dictó clases en las áreas en las cuales tenía mayor formación, sino que también se desempeñó enseñando Castellano, Historia y Geografía y Educación Física.
Ejerció su misión en las comunidades de Santa Cruz, Linares, Los Andes y Talca. También sirvió en Santiago en las comunidades María Auxiliadora de San Miguel, Liceo Laura Vicuña de La Cisterna, N. S. de las Mercedes de Puente Alto y Liceo José Miguel Infante. En 2004 retornó por tercera vez al Colegio María Auxiliadora de Valparaíso, última comunidad en la cual se desempeñó como profesora de Música.
Fue catequista de niñas, asesora de exalumnas, padres y apoderados, consejera escolar y asesora del movimiento eclesial “Familia de Nazaret”, en el cual acompañó a matrimonios.
El 24 de enero del 2020, en la fiesta de San Francisco de Sales, celebró la fidelidad de Dios en su vida: 70 años de vida consagrada salesiana. Estaba dichosa y radiante. A los pocos días, llegó a la casa de salud S. María D. Mazzarello.
Vivió en primera persona el sufrimiento de la humanidad al ser contagiada por Covid-19. El virus agudizó los síntomas de sus enfermedades preexistentes y su organismo, mermado en fuerzas, no logró superar esta prueba. El Señor la llamó a la eternidad el 18 de mayo, a los 92 años de vida y 70 de consagración religiosa.
Sor Inés Valenzuela, FMA
Mujer valiente, sensible, fuerte de espíritu y carácter. Nació en Cauquenes el 4 de septiembre de 1945. Hija de Luis y Magdalena, hermana mayor de Gregorio y Mario.
Conoció a las FMA y el carisma salesiano en la comunidad educativa María Auxiliadora de Linares, donde estudió y fue interna. Luego emigró a Santiago para continuar su formación académica en la “Escuela Normal María Auxiliadora”, donde a los 19 años se tituló como profesora normalista.
Inició el postulantado el 24 de julio de 1964 y el 24 de enero de 1965 comenzó su noviciado. Realizó su primera profesión en la conmemoración de nuestra Madre Auxiliadora, el 24 de enero de 1967.
En sus primeros años se caracterizó por dedicarse a la docencia en medio de las alumnas más pequeñas de las comunidades de Puerto Natales, Valparaíso, Punta Arenas, Los Andes y Molina. También sirvió en algunas comunidades de Santiago, como el Liceo Laura Vicuña de La Cisterna, Colegio María Auxiliadora y Liceo José Miguel Infante. Hay que señalar, con particular atención, su presencia activa y entusiasta en las comunidades de Talca y de Linares. En ambos lugares estuvo en más de tres ocasiones.
Se tituló como profesora de Educación Primaria y de Religión, como consejera educacional y vocacional. También tomó un curso de Ciencias Religiosas, el que le permitió ir ampliando su campo de evangelización. Junto con las clases en aula, realizó por varios años catequesis, orientación y también prestó servicios en el Obispado de Linares.
Desde 1994 al 2004 pidió permiso de ausencia de la casa religiosa y, posteriormente, de exclaustración, por diversas situaciones personales y familiares. Durante este tiempo, llevó adelante el nacimiento y desarrollo de un hogar de niñas en Longaví, donde fue ese rostro materno, a imagen de su amada Auxiliadora, para tantas pequeñas que, por diversas situaciones, no estaban con sus padres. Sor Inés se reincorporó a la vida comunitaria en Linares el año 2005.
En 2018 llegó a formar parte de la comunidad de la casa de salud “S. María D. Mazzarello”, luego de haber sufrido un accidente cerebrovascular que mermó sus fuerzas. El año 2020 presentó un deterioro en su salud. Finalmente, una falla multisistémica secundaria a una neumonía por sospecha de Covid-19 fue la causa de la partida de nuestra hermana a los brazos del Padre, el 22 de mayo, a los 76 años de edad y 53 de profesión religiosa.
Sor Iris Galetovic, FMA
Mujer trabajadora y perfeccionista, con una bella voz para cantar, inquieta, sensible al dolor ajeno. Siempre atenta a dar una palabra de aliento. Hermana directa y firme en sus palabras. Fraterna, acogedora y sincera. Poseedora de un fuerte carácter, capaz de reconocer con humildad sus errores.
Nació en Punta Arenas el 27 de junio de 1930. Hija de Juan y Lucía, quienes alrededor de 1900 llegaron desde Croacia como migrantes a la ciudad de Punta Arenas. Su padre era mueblista y su madre dueña de casa y modista, quienes formaron una gran familia compuesta por cinco hijas.
Iris conoció el carisma salesiano en el Liceo María Auxiliadora de su ciudad natal, donde estudió la preparatoria y humanidades. Luego de su egreso, fue responsable de la juventud femenina de la “Acción Católica” diocesana, conoció en persona a San Alberto Hurtado para el Congreso Eucarístico realizado en Magallanes.
Realizó su primera profesión religiosa el 2 de febrero de 1954. Entre los años 1955 y 1956 vivió en Turín (Italia) para formarse académicamente. Recibió, por parte de la Scuola Internazionale di Servizio Sociale de las FMA, el Diploma di Assistente Sociale y, por el Istituto Internazionale Superiore di Pedagogia y Ciencias Religiosas, el Diploma di Religione di II Grado, que la facultó para enseñar Religión en las escuelas secundarias.
En 1968 recibió el título de Bachiller en Ciencias Religiosas, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y en 1975, el de Profesora de Educación Primaria, por parte de la Escuela Normal “Santa Teresa”. En 1979 la Universidad Católica de Valparaíso reconoció su título de Profesora de Religión obtenido en Italia. Realizó el curso “English for foreigners intermediate”.
Su misión la llevó adelante en varias comunidades educativas del país. Fue profesora de Inglés, catequista y asistente de internas en Iquique, Santa Cruz, Santiago, Los Andes. También animó como directora las comunidades María Auxiliadora de Iquique (1985 - 1992), María Auxiliadora de Santa Cruz (1994 - 1999) y Santa Teresita de Talca (2000 - 2004) y como vicaria en María Auxiliadora de Los Andes (2005 - 2008) y San Miguel (2010 - 2015).
Entre los años 2009 y 2017, dada su avanzada edad, realizó diversos servicios adecuados a sus posibilidades en las comunidades María Auxiliadora de Valdivia, San Miguel, María Auxiliadora de Los Andes, Laura Vicuña de Santiago y San Joaquín.
El 2018 llegó a formar parte de la comunidad S. María D. Mazzarello, donde recibió los cuidados necesarios a su situación de salud. En este último mes, su salud fue deteriorándose. Es así que fallece, serenamente, producto de una insuficiencia renal aguda, el 12 de junio, a los 91 años de vida y 66 de profesión religiosa.
Sor Francisca Montava, FMA
Mujer dulce y delicada en el trato. Hermana fraterna y profundamente humana, con una sensibilidad a flor de piel, que le permitía empatizar con las personas.
Nació en Alcoy, España, el 9 de mayo de 1922. Sor Paquita, como le gustaba que la llamaran, formó parte de una gran familia compuesta por sus padres, Vicente y Julia, y seis hermanos, dos varones y cuatro mujeres, siendo ella la menor. Tres de ellos consagraron su vida al Señor: uno en la Orden de los Franciscanos, una como Carmelita, que también vivió en Chile, y sor Francisca, hija de María Auxiliadora.
Fue admitida al postulantado el 26 de septiembre de 1942 en Valencia. En 1943 ingresó al noviciado en Sarriá, para realizar su primera profesión religiosa el 5 de agosto de 1945 en la misma ciudad. Hasta 1946 permaneció en Sarriá, hasta que sintió el llamado del Señor a la misión ad gentes. Llegó a Punta Arenas en 1947, junto a su compañera de viaje sor María Benaiges Vallés, donde se desempeñó como profesora de primero básico hasta 1955.
Después de estar en Punta Arenas, continuó su peregrinar en Santiago, Viña del Mar, Talca e Iquique.
En Punta Arenas compartió la vida y misión con diversas hermanas desde 1988 al 2002. Aquí fue asesora de la Unión de Exalumnas, cronista y donde trabajó al servicio de los más pequeños, niñas y niños de enseñanza prebásica. Formó parte de la comunidad del noviciado CICSAL (Conferencia Interinspectorial del Cono Sur de América Latina) desde el 2003 hasta el 2009.
Entre sus obras artísticas destacaron un cuadro de la “B. Laura Vicuña”, un mural de la Resurrección del Señor en la capilla del Colegio María Mazzarello de Talca, retratos de obispos de la Diócesis de Punta Arenas, retratos de niños y niñas, entre ellos a la entonces Infanta Leonor de Borbón, a quien, a través de la Embajada Española en Chile, hizo llegar el cuadro. Como agradecimiento de este gesto, recibió una carta por parte de la Casa Real de España.
El 2010, producto de diversas afecciones de salud, llegó a la comunidad S. María D. Mazzarello, donde siguió pintando hasta que tuvo fuerzas. Año a año se fue debilitando, hasta fallecer producto de una sepsis con foco cutáneo, el 13 de junio, a los 98 años de edad y 75 de profesión religiosa.