La sonrisa de un niño es una de las expresiones más puras del alma. Tiene el poder de levantar hasta los más abatidos corazones, e iluminar nuestros más escondidos dolores. En estas sonrisas cree la Fundación Don Bosco, que vuelca sus esfuerzos en entregar a estos niños y sus familias nuevas oportunidades de vida y un acompañamiento incondicional.
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