Más de 500 niños y adolescentes durmieron por lo menos una vez en la calle durante el último año en nuestro país. La alarmante cifra fue entregada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia en el Conteo Nacional de NNA en situación de calle este 2019.
Fundación Don Bosco cuenta con cuatro proyectos que atienden a más de 170 niños en situación de calle de la Región Metropolitana. Además, forma parte de la Mesa Nacional de Calle junto a otras instituciones públicas y privadas, que en total atienden alrededor de 300 menores. ¿Qué sucede con los otros 200?
“El conteo nacional presenta la orfandad de los niños en situación de calle hoy… es una deuda importante a cubrir”, señala Sergio Mercado, Director Ejecutivo de Fundación Don Bosco, quien encabeza un proyecto revolucionario en la materia: la primera residencia de niños en situación de calle en Chile ubicada en Macul.
A diferencia de los albergues, que son de atención diurna o nocturna y que tienen límite de edad, esta nueva instancia se constituye como un hogar sin restricciones. El proyecto se suma al proceso desarrollado por la Fundación con los albergues “Miguel Magone”, en Quinta Normal (el cual sufrió un incendio con pérdida total del inmueble) y Nueva Luz, de La Reina, inaugurado en 2018.
La materialización de esta nueva instancia fue posible a través de la Oficina de Proyectos y Desarrollo Inspectorial (OPDI) de la Congregación, que gestionó la postulación a diferentes fuentes de recursos en Europa y que dio como resultado dos importantes donaciones, una de Juventus Mundi y otra de familias alemanas que quisieron ayudar a personas en situación de pobreza y vulnerabilidad extrema. La primera permitió comprar una casa y la segunda ayudó a costear las operaciones del programa durante un año.
La residencia abrió sus puertas en mayo y los niños cuentan con un equipo profesional compuesto por una directora, trabajador social, psicólogo, profesor y educadores que comparten y trabajan con ellos de lunes a domingo en dinámicas que propician su rehabilitación y reinserción, guiando terapias individuales, talleres colectivos o inserción educacional, según sea necesario.
“Debemos asumir que tenemos que ser la familia de niños que traen una historia de vulneración, de daño profundo, que necesitan una ayuda que demanda un compromiso total”, explica Sergio.
La nueva casa de la Fundación es el único hogar para niños de calle especializado en Chile. Procura un servicio de metodología amable, profesional y trascendente, además de formación religiosa.
“Este proyecto es una de las soluciones relevantes para los niños en situación de calle. Puedes hacer residencias especializadas, trabajas mejor, comprendes lo que les ocurre, atiendes lo que les pasa. La idea es que los chicos se proyecten a la vida, que puedan comenzar su proceso educativo, un oficio, lo que sea necesario, a fin de que aseguremos una reinserción definitiva”, recalca Mercado.
Por Karina Velarde, Periodista