En ediciones anteriores explicamos el procedimiento definido para que los colegios que reciben recursos del Estado ingresen a Carrera Docente. Específicamente, respondimos a la pregunta ¿Cómo se ingresa? y detallamos los tramos de desarrollo profesional planteados en este nuevo sistema.
Ahora queremos centrarnos en las nuevas posibilidades y condiciones para nuestros docentes, enfocándonos en dos de los tres pilares que sustentan la ley: ingreso al ejercicio de la profesión y fortalecimiento del desarrollo profesional.
Nueva distribución horaria
Actualmente, la distribución horaria de los docentes establece un 70% de horas lectivas, es decir, las que debe emplear para impartir clases, y un 30% de horas no lectivas, tiempo que destina a complementar su función relativa a los procesos de enseñanza- aprendizaje considerando, prioritariamente, la preparación y seguimiento de las actividades de aula, la evaluación de los aprendizajes de los estudiantes y las gestiones derivadas directamente de la función de aula, como entrevistas, reuniones, etc.
Dentro de las nuevas regulaciones que establece esta ley, está en vías de confirmación la nueva distribución horaria que comenzará a regir a partir de 2019, la cual disminuye al 65% las horas de trabajo lectivas y aumenta al 35% las horas no lectivas, otorgándoles a los profesores más tiempo para preparar las clases que imparten a nuestros estudiantes.
En paralelo a esta nueva regulación, en agosto de este año postularon nuevamente los 21 colegios de la Congregación Salesiana que no fueron seleccionados en primera instancia para ingresar al sistema. La respuesta a dicha postulación se conocerá en diciembre de este año.
Acompañamiento profesional
La ley ofrece nuevas posibilidades para la mejora continua del desempeño de los docentes que ejercen en establecimientos educacionales que reciben subvención del Estado, por medio del proceso de acompañamiento profesional local.
Esta opción otorga la posibilidad de que los establecimientos puedan instaurar procesos de mejora continua a sus docentes desde el primer año de ejercicio y durante su permanencia en el establecimiento por medio del fomento del trabajo colaborativo y retroalimentación pedagógica.
Plan de desarrollo
Los colegios deben diseñar e implementar un plan de desarrollo profesional que responda a la realidad y necesidades locales. Para esto es necesario que incluya acciones que fomenten la mejora de tareas relacionadas con la planificación y ejecución de clases; también debe potenciar el proceso de evaluación del desempeño por medio de las observaciones y acompañamiento en aula, cautelando la necesaria retroalimentación que debe recibir el profesor respecto de sus fortalezas y debilidades.
En base a este requerimiento, el Departamento de Educación de la Congregación se ha propuesto la tarea de diseñar un plan estándar que resguarde aspectos mínimos de la formación de docentes que ejercen en colegios salesianos. Será la base del plan local de los 22 colegios, para que cada comunidad educativa complemente dicha propuesta con los requerimientos y necesidades propios de su realidad.
Proceso de inducción
La inducción al ejercicio profesional docente tiene como propósito acompañar y apoyar al profesor que recién está iniciándose en la profesión, es decir, docentes que tienen menos de dos años de experiencia. El docente novel será acompañado por un profesor que goce de experiencia y tenga las condiciones necesarias para poder orientarlo y apoyarlo.
Este proceso debe comenzar dentro del año escolar en que el profesor ingrese a prestar sus servicios profesionales. Tendrá una duración de 10 meses y requerirá una dedicación semanal exclusiva de un mínimo de cuatro y un máximo de seis horas.
El docente que esté interesado en ser parte del proceso de inducción deberá postular a uno de los cupos asignados para cada año. Una vez incorporado y mientras realicen el proceso, tendrá derecho a percibir una asignación correspondiente a un monto mensual de $85.000 aproximadamente, la que se pagará por un máximo de 10 meses. Es preciso considerar que dicho monto se ajustará anualmente y que estos recursos provienen directamente desde el Ministerio de Educación.
En caso de que el docente sea desvinculado del establecimiento mientras se desarrollaba el proceso o incumpla gravemente sus obligaciones establecidas en el convenio, perderá la asignación por inducción, poniendo término al proceso.
La otra parte del proceso de inducción la realiza el profesor mentor, profesional de la educación que cuenta con una formación idónea para conducir el inicio al ejercicio profesional de los docentes principiantes. Los profesionales que estén interesados en llevar adelante el acompañamiento deberán postular y cumplir ciertos requisitos, por ejemplo, una cantidad determinada de años de experiencia y estar encasillado, al menos, en el tramo profesional avanzado del Sistema de Desarrollo Profesional Docente.
El profesor mentor deberá diseñar, ejecutar y evaluar el plan de mentoría, que consiste en un conjunto sistemático de actividades relacionadas directamente con el objeto del proceso de inducción. Debe considerar la planificación de actividades de aula del profesor principiante, visitas periódicas y la realización de reuniones regulares con el docente a su cargo. Al final deberá entregar un informe al director del establecimiento, quien deberá dar cuenta de cómo el docente principiante ha cumplido con el plan de inducción.
Los docentes mentores, mientras realicen el proceso de inducción, tendrán derecho a percibir una asignación de mentoría de $100.000, aproximadamente, por cada docente principiante, la que se distribuirá hasta en 10 cuotas mensuales.
En caso de que el profesor mentor incumpla gravemente las obligaciones establecidas en el convenio o sea evaluado insatisfactoriamente en su función por alguno de los profesores principiantes, se dará término al proceso de inducción y, con ello, el término al derecho de percibir la asignación correspondiente a mentoría.
El hecho de que un establecimiento educacional ingrese a Carrera Docente permitirá a los profesores optar por alguna de las posibilidades que se han descrito, lo que promoverá su perfeccionamiento constante. Esto favorece la mejora continua del ejercicio de la docencia, repercutiendo directamente en el proceso de enseñanza aprendizaje de nuestros estudiantes, favoreciendo la posibilidad de que los niños y jóvenes que se forman en los colegios de la Congregación Salesiana puedan recibir una educación integral y de calidad.
Por, Alejandro Rossel, Equipo de Educación Congregación Salesiana