A finales de mayo y principios de junio de este año, los Salesianos en Chile celebrarán una Asamblea Inspectorial que tendrá entre sus temas centrales la Familia Salesiana. El fruto que se espera de esta instancia es su relanzamiento carismático en Chile, consensuando algunas prioridades que marquen el caminar durante los próximos seis años.
Con ocasión de la visita realizada a las comunidades educativo-pastorales salesianas de nuestro país en 2011, el P. José Miguel Núñez -Consejero General de la época- planteó una serie de desafíos para el desarrollo de la Familia Salesiana: una mayor implicación de los Salesianos en el acompañamiento de los grupos, la promoción vocacional y una renovación generacional en el caso de todos los grupos laicales.
A lo anterior se puede añadir que ante la realidad del envejecimiento en algunos grupos y de su invisibilidad en la Iglesia local, en algunas obras y en la sociedad, urge una reflexión acerca de la manera más apropiada de proyectar la FS, de acuerdo a su identidad y misión. Ante tal desafío, vale la pena preguntarse entonces qué es la Familia Salesiana, quiénes la integran, cuál es su propósito o a qué está llamada.
¿Qué entendemos por Familia Salesiana?
El concepto Familia Salesiana se instauró en modo oficial en 1972, en el Capítulo General 20 de los Salesianos. En 1997, en la celebración del aniversario número 25 de este hito, el Rector Mayor, P. Juan Vecchi, escribió una carta que señala: “Entendemos por Familia Salesiana el conjunto de los grupos eclesiales fundados por Don Bosco y de aquellos que el Rector Mayor reconoce portadores, junto a los primeros, del carisma de Don Bosco”.
En el mismo documento, el P. Vecchi precisa: “La aseveración de que la Familia Salesiana es un conjunto de grupos hay que entenderla en sus consecuencias. La afirmación expresa una condición de tipo constitucional; pero primero, y más substancialmente, presenta una característica carismática que tiene manifestaciones originales en la experiencia de vida y de trabajo de los salesianos. Es, en efecto, una opción salesiana típica el actuar en “grupos”, ambientes, comunidades y no solo llegando a una sola persona o desarrollando relaciones interpersonales. Tal forma de actuar está relacionada con el espíritu de familia, con nuestro modo de vivir la Iglesia y con la dimensión social de la misión”.
Pertenencia a un grupo
Esto trae consecuencias prácticas importantes, indica el P. Vecchi: “Desde el punto de vista institucional, la afirmación de que la Familia Salesiana de Don Bosco está constituida por grupos indica que la entrada en ella está ligada necesariamente a la pertenencia a un grupo. No se puede pensar en la inserción inmediata de las personas por separado. La Familia Salesiana, en efecto, no es puramente un hecho de amistad, de admiración, de simpatía y de colaboración ocasional entre personas. La opción personal, la voluntad de compartir algo, el deseo de pertenencia deben madurar en experiencias vividas de corresponsabilidad espiritual y práctica”.
Continúa el mismo documento: “Aquí encuentran respuesta una serie de interrogantes que pueden nacer entre los salesianos y laicos: «¿Por qué los colaboradores no forman parte de la Familia Salesiana?». O también: «¿Por qué los profesores no pueden ser de la Familia Salesiana?». Finalmente: «¿Por qué a los padres de nuestros alumnos no se les considera de la Familia Salesiana?» La respuesta es siempre la misma: «Que comiencen a formar grupo. Que formen asociaciones con garantías de continuidad. Que verifiquen que en la base de su identidad y unión está la “vocación” salesiana”, concluye el P. Vecchi.
En Chile
De los 31 grupos que integran la Familia Salesiana a nivel mundial, 10 están en Chile: Congregación Salesiana (SDB), Hijas de María Auxiliadora (FMA), Salesianos Cooperadores (SSCC), Asociación de María Auxiliadora (FMA), Voluntarias de Don Bosco (VDB), Asociación de Exalumnos SDB (AAAASS); Asociación de Exalumnas FMA, Asociación de Damas Salesianas (ADS), Canción Nueva y Comunidad Misión Don Bosco (CMB).
En las comunidades educativo pastorales de nuestro país conocemos otros grupos, como las comunidades del Movimiento Juvenil Salesianos (MJS), Encuentro de Papás en el Espíritu (EPE), Encuentro de Mamás en el Espíritu (EME), Hogares Don Bosco, grupos de apoderados, voluntarios, etc., que, según su compromiso cristiano y con el carisma de don Bosco, se comprenden dentro del “vasto movimiento de personas” a favor de la educación y la evangelización de la juventud, aun cuando no son grupos que formen parte de la Familia Salesiana, para lo cual requieren ser instituidos y reconocidos oficialmente por el Rector Mayor. Según su naturaleza, se insertan en el asociacionismo juvenil salesiano, en la pastoral familiar, en la pastoral social, etc.
Unidad en el Rector Mayor
¿Por qué los SDB asumen el desafío frente a los demás grupos de la FS, de propiciar este proceso, organizar y convocar esta asamblea? Porque, por voluntad del Fundador, en ella tienen responsabilidades específicas: mantener la unidad de espíritu y estimular el diálogo y la colaboración fraterna para un enriquecimiento recíproco y una mayor fecundidad apostólica.
La pertenencia a la Familia salesiana necesita un centro vital que actualice la referencia a don Bosco, a la misión común y al mismo espíritu. Ese centro, según el pensamiento de Don Bosco, es el Rector Mayor. En él todos reconocemos un triple ministerio de unidad: Sucesor de don Bosco, padre común y centro de unidad de toda la familia salesiana. A él le corresponde la tarea institucional de admitir en la Familia salesiana a los grupos que lo solicitan.
“Es importante fortalecer en los SDB la conciencia de la importancia de la FS para nuestra espiritualidad y para nuestra misión; que se sientan no solo animadores de la FS, fuera de los grupos, sino, también, parte esencial de ella, y participen activamente en su vida, con el servicio del acompañamiento sistemático y con el trabajo común en la misión”, comenta el P. David Albornoz, Delegado de la Familia Salesiana en Chile.
Asamblea
La asamblea ha sido convocada por el Provincial de los Salesianos, P. Carlo Lira. Comenzará el miércoles 30 de mayo con la participación de los SDB tratando el tema de la Resignificación. Luego, del jueves 31 al sábado 2 de junio, se tratará el tema de la Familia, con representantes de todos lo grupos. Participará, además, el P. Eusebio Muñoz, delegado del Rector Mayor para la Familia Salesiana en el mundo.
Quienes participen de esta instancia deberán haber leído y profundizado previamente tres cartas fundamentales: de la misión, de la comunión y de la identidad de la Familia salesiana. Además, el año pasado, la Consulta de la Familia Salesiana ha preparado un Plan estratégico para 2018- 2022 que será profundizado en esta Asamblea y que ya está en manos de los diversos grupos.
No como grupos apartados
Las expectativas de los grupos respecto de este relanzamiento carismático es grande. Así lo afirman, por ejemplo, las representantes las Exalumnas de las Hijas de María Auxiliadora. Ellas se organizan como asociación laical sin fines de lucro, con presencia activa en el país. Su Presidenta, Marcela Pérez, comenta: “Sería muy valioso abordar qué significa hoy ser una salesiana comprometida con las múltiples necesidades de la sociedad actual. Creo que eso toca el sentido de identidad, desde lo carismático hasta lo que podemos aportar”.
Marcela añade: “Esta es una instancia (la Asamblea) que nos va a permitir un reencuentro que hace muchos años no veo que se dé. Una actividad de estas características es muy valiosa porque creo que podemos ser familia en la medida que nos miramos al rostro y nos reconocemos... tengo mucha esperanza de este reimpulso para realmente trabajar como familia y no como grupos apartados”. Sor Rina Latini , Delegada FMA del grupo, comenta: “Es necesario reforzar la unidad y la gratitud que nos lleva hasta Dios”. Asimismo, considera que el trabajo mancomunado es fundamental para el desarrollo de cada grupo, actuar en red, como atributo de la asociación. Las representantes de la Exalumanas esperan que durante la asamblea se traten temas en relación a la unidad, la fidelidad y el fortalecimiento de la Familia en su identidad, con el carisma Salesiano, no solo de gozarse de pertenecer, sino que compartir sus riquezas a quienes lo necesitan.
Una verdadera familia salesiana
La asociación de Salesianos Cooperadores es otro grupo de laicos de la FS con muchas expectativas de lo que pueda acontecer a partir de este proceso de renovación en Chile y de la asamblea de mayo-junio. Junto a los Salesianos y a las Hijas de María Auxiliadora, es uno de los tres grupos centrales fundado por el propio Don Bosco, haciéndolo heredero de su obra y, como indica la carta de identidad de la FS, son reconocidos como fundamento y punto de confrontación para los demás grupos en lo que se refiere al espíritu, a la misión y a los métodos de acción pedagógica y pastoral.
Sus representantes señalan sentirse felices por la posibilidad de aunar experiencias en el carisma y seguir trabajando por el legado que el santo fundador heredó a los diferentes grupos. El vicecoordinador, José Zúñiga, asegura que para mantener vivo el carisma salesiano es menester trabajar mancomunadamente entre los grupos. Recalca que todo parte desde conocer y relacionarse con los miembros activos en Chile; “Tengo mucha esperanza de que este camino, iniciado el año pasado, logre su objetivo, seguir integrándose y ser parte de esta familia, en las obras y todo el quehacer del mundo salesiano”.
Frente a lo que se viene para la asamblea, Zúñiga cree necesario seguir profundizando en el plan estratégico presentado en diciembre del año pasado, con el fin de fijarse nuevos objetivos que vinculen el trabajo en la misión heredada de Don Bosco “Debemos fijarnos objetivos, priorizarlos y comenzar a caminar juntos. De alguna manera, ya es hora que seamos una verdadera familia salesiana”.
Otro de los objetivos trazados por los SSCC para esta asamblea es la participación activa en las diferentes pastorales de las casas salesianas, la visibilización de la misión a partir del trabajo en equipo con una misma meta. “Para ser más visibles tenemos que insertarnos más, en primer lugar, en las casas salesianas, donde estamos ya con algunos centros locales, pero debemos ser parte de la pastoral educativa. Tenemos que llegar a los jóvenes que están en los colegios”, enfatizó el vicecoordinador.
Respecto del futuro, Zúñiga plantea volver a lo originario de los grupos, el deseo de pasar de mano en mano a otros jóvenes el legado de esta misión, ayudarles a descubrir una vocación de servicio. “Estamos convencidos que hay jóvenes con vocación, pero quizá no nos conocen, no nos han visto, no saben que existimos dentro de los grupos de la FS, por lo tanto, queremos llegar a ellos, rejuvenecer esta asociación y pasar poco a poco esta misión”.
Por Comunicaciones Salesianos Chile.