Luego de su recorrido por Santiago y Temuco el Papa Francisco terminó las actividades oficiales de su visita a Chile este jueves 18 de enero en Playa Lobito de Iquique, una explanada ubicada a 20 kilómetros entre la ciudad y el aeropuerto.
El Santo Padre presidió la Misa Nuestra Señora del Carmen, Madre y Reina de Chile durante su homilía destacó la alegría del evangelio y el sentido comunitario en el que viven las comunidades del norte de nuestro país.
Ante más de 100 mil personas, el Pontífice coronó la imagen de la Virgen del Carmen de la Tirana junto a las imágenes de San José, que representa el primer migrante, y a la de San Lorenzo de Tarapacá.
El Papa destacó el ambiente festivo del norte y cómo viven el evangelio, contrastando con el desierto muerto y desolado, “Esta tierra, abrazada por el desierto más seco del mundo, logra vestirse de fiesta”, comentó el Santo Padre.
“Cómo saben ustedes de esto hermanos del norte chileno, cómo saben vivir la fe en modo de fiesta. Sus fiestas patronales, sus bailes religiosos que se prolongan hasta por una semana, hacen de esta forma un santuario de piedad y popularidad espiritual”, reafirmó el Santo Padre.
Francisco también reconoció el valor de los migrantes y el sentido comunitario de las comunidades del norte: “Iquique es tierra de sueños […] tierra que ha sabido albergar a gente de distintos pueblos y culturas que han tenido que dejar a los suyos, marcharse. Una marcha siempre basada en la esperanza”.
“Iquique es una zona de inmigrantes que nos recuerda la grandeza de hombres y mujeres; de familias enteras que, ante la adversidad, no se dan por vencidas y se abren paso buscando vida”, reafirmó.
Concluyó diciendo que en el anuncio de la Buena Nueva que trae Jesucristo no se debe dejar a nadie fuera. Así el Santo Padre se despide de Chile y se prepara para su visita en Perú.
Fuente: Comunicaciones Salesianos Chile