Apenas elegido Sucesor de Pedro en 2013, una de las primeras invitaciones que recibió Francisco para visitar un país provino de autoridades eclesiásticas chilenas.
Cinco años más tarde, se materializa este anhelo con el anuncio de su visita apostólica a nuestro país en enero de 2018, del lunes 15 al jueves 18, itinerario que onsiderará tres ciudades: Santiago, Temuco e Iquique.
Recibiremos al Obispo de Roma, el Vicario de Cristo, el Papa que ha inspirado el Espíritu Santo para este tiempo luego del pontificado de Benedicto XVI, el Papa alemán, quien, en una sorprendente e histórica decisión, decidiera renunciar en febrero de 2013 tras ocho años de pontificado. Las razón: no encontrarse en condiciones por su avanzada edad para ejercer de forma adecuada el ministerio petrino.
Francisco es el primer papa latinoamericano, un auto reconocido simpatizante de San Lorenzo de Almagro, equipo de fútbol argentino. Es el Papa que ha dicho que quiere una Iglesia pobre para los pobres y que la prefiere accidentada por salir a la calle a enferma por encerrarse y aferrarse a sus comodidades.
Es el Pontífice que ha logrado una especial sintonía a partir de gestos de sencillez y humildad y que ha pedido a los sacerdotes tener “olor a ovejas”, es decir, encarnar las alegrías, sufrimientos, anhelos, esperanzas y desesperanzas de la gente, como un pastor que se compenetra con su pueblo. Ha pedido también, a todos los católicos, acudir a las periferias existenciales, donde se aglutinan las grandes necesidades de la humanidad.
Es el pontífice que está llevando adelante una profunda reforma a los organismos de gobierno de la Iglesia en la Curia Vaticana y que ha puesto énfasis en la importancia de la familia a través de su Exhortación Apostólica Amoris Laetitia (Amor en la Familia) y en el cuidado del medio ambiente, la casa común, en su encíclica Laudato Si (Alabado seas).
Jorge Mario Bergoglio, el Papa Argentino, viene a un país que conoció cuando se formaba como religioso jesuita, a finales de la década del 50. Su experiencia se desarrolló en la casa Loyola, fundada por San Alberto Hurtado, situada en la comuna del mismo nombre, a unos 25 kilómetros de Santiago, y estuvo muy marcada por el contacto con la pobreza extrema de los sectores de la zona donde trabajaba como seminarista, realidad que, hasta entonces, el ahora pontífice no conocía dado que su país gozaba de una buena situación económica.
Las expectativas de la visita de Francisco a nuestra patria crecen por el hecho de que han transcurrido 30 años desde que un pontífice tuviera un encuentro con el pueblo chileno. El primero y último fue Juan Pablo II, el papa polaco, quien recorrió ocho ciudades de nuestro territorio en 1987: Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Santiago, Concepción, Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas. Mensajero de la vida, peregrino de la paz… decía parte del himno que motivó esa visita.
En la década de los 80 Chile vivía un ambiente convulsionado por el régimen de Augusto Pinochet, por lo que la visita de Juan Pablo II fue, para muchos chilenos, una señal de esperanza, que se vería estimulada con el plebiscito en 1988, proceso que permitió recuperar la democracia.
El escenario con el que se encontrará Francisco en enero próximo es diametralmente distinto: un país en democracia, pero que enfrenta grandes desafíos de equidad, inclusión y justicia. Un país cuya ciudadanía manifiesta un alto grado de cuestionamiento a la institucionalidad, incluida la Iglesia; un país que en el contexto de la realidad latinoamericana se ve favorecido por un sistema político y económico estable, situación que, en buena parte, ha gatillado la llegada de un explosivo y siempre creciente número de inmigrantes; un país cuyos últimos gobiernos han favorecido la unión homoparental y la generación de las condiciones para la eventual aprobación de un proyecto de ley que despenaliza el aborto.
Actividades Masivas en Chile
Si bien, el programa oficial del viaje de Francisco a nuestro país se sabrá en detalle solo dos meses antes de su arribo, la comisión
que organiza su visita ya ha dado a conocer las actividades neurálgicas en las tres ciudades.
El Papa celebrará tres misas masivas: elmartes 16 de enero en el Parque O’Higgins de Santiago, el miércoles 17 en el Aeródromo Maquehue de Temuco y el jueves 18 en el
sector Playa Lobito de Iquique.
En Santiago, Francisco además visitará la Catedral de Santiago, el Santuario del Padre Hurtado, el Centro penitenciario femenino de San Joaquín, el Santuario Nacional de Maipú, la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Palacio de La Moneda.
Lema y Logo
“Mi paz les doy” es el lema elegido por la Conferencia Episcopal para la visita. Se trata de las palabras que Jesús dijo a sus apóstoles al celebrar la Última Cena, revelándoles que no son los esfuerzos del mundo únicamente los que logran la paz del corazón y en la sociedad, sino que la paz es un regalo que procede del mismo Dios.
El logo está conformado por una cruz amarilla, color oficial del Vaticano, a la que se une el mapa de Chile de cara a la visita del Pontífice. Se incluye además la firma de Francisco, de su puño y letra, mundialmente reconocida.
Si eres parte del MJS y quieres ser voluntario en la visita del Papa Francisco a nuestro país, ingresa a: www.salesianos.cl/francisco
Por Vicente Fritz, Periodista