La ciudad de Santiago vivenció en sus calles, este sábado 27 de mayo, una de las fiestas devocionales más significativas: La procesión de María Auxiliadora, advocación de la Santísima Virgen que congrega a los integrantes de la Familia Salesiana.
En el Liceo José Miguel Infante, de las Hijas de María Auxiliadora, ubicado en General Mackena con calle Brasil, se congregaron centenares de personas para peregrinar junto a la imagen de la Auxiliadora hasta el Santuario de la Gratitud Nacional en Avenida Ricardo Cumming con Alameda.
Presidió la celebración el Cardenal Arzobispo de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati; concelebraron el Director de la comunidad de Salesianos Alameda, P. Galvarino Jofré; el Vicario de los Salesianos en Chile, P. David Albornoz; el Párroco del Santuario María Auxiliadora P. Mauricio Jacques, además de salesianos de varias comunidades.
Antes de dar comienzo a la caminata, el Cardenal Arzobispo de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati señaló cuál es su deseo en esta celebración “que sea una expresión de fe, de amor. Que sintamos que en nuestro caminar, siempre el Señor nos acompañe con la materna protección de su madre, la Virgen María. Que esta procesión sea un signo de lo que sucede en nuestra vida caminando junto a nuestra Madre Auxiliadora”.
P. Mauricio Jacques añadió: “celebramos como familia Salesiana a María Auxiliadora a nivel juvenil y en todo Santiago una fiesta presidida por Mons. Ezzati. Con esto queremos marcar especialmente la imagen que somos familia conjuntamente con María Auxiliadora”.
Durante la procesión hubo tres estaciones en las que se entregaron mensajes de la misericordia y piedad de María Auxiliadora, junto con dar lectura del mensaje del Apóstol Juan en el libro de Apocalipsis.
La celebración concluyó con la Eucaristía en el mismo santuario, también presidida por el Cardenal Ezzati, quien dio un mensaje de ánimo para vivir junto a María Auxiliadora: “Para que junto con ella podamos trabajar para construir respeto, amistad cívica entre todos los habitantes de Chile. Que María multiplique por miles el milagro de Canaán de Galilea, que ella vaya cambiando el agua insalubre en un vino nuevo de caridad para que de verdad nuestro Santiago se vaya construyendo como una comunidad de hermanos”.
Añadió, “donde los niños puedan crecer en los valores del evangelio, en un ambiente de paz, que se eduquen cristianamente y que en cada hogar puedan encontrar el cariño de una familia que los acoja y los vea crecer”.
Tras la Eucaristía, los feligreses disfrutaron de todo el ritmo de la banda Caetera Tolle, en el gimnasio del Colegio Salesianos Alameda para dar término a esta gran fiesta de María Auxiliadora.
Fuente: Comunicaciones Salesianos Chile