En el Día de los Pueblos Originarios, en el Instituto Salesiano de Valdivia, se explicó a los estudiantes el sentido de este día y la importancia de respetar nuestra cultura autóctona.
Los padres realizaron un acto en el que levantaron puestos temáticos, referentes a los distintos pueblos; en el que lucieron vestimentas de las diferentes culturas y entregaron una muestra gastronómica a los alumnos.
De forma más lúdica, se mostró un capítulo de la serie “Pichintún”, del Consejo Nacional de Televisión (CNTV), que cuenta la visión de una niña mapuche de ocho años.
La profesora Mavel Solano, señaló la importancia de aprender a atender y respetar nuestra cultura: “Es importante que todos se sientan reconocidos, además de poner atención y aprender de la diversidad”.
Reconocimiento a los pueblos originariosEl decreto 158 de 1998, dictado por el Presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle, obedece a que en el hemisferio sur del planeta, todas las culturas originales celebran el nuevo año.
En Chile las culturas Aymarás, Quechua, Rapa Nui y Mapuche, se distribuyen y organizan en comunidades con distintas denominaciones. Sin embargo, todas ellas celebran el comienzo de un nuevo año -mapuchezungun: AkuiWeTripantu o WinaiWeTripantu- que significa una nueva salida o llegada del sol.
La ciencia mapuche que se basa en la observación y el relato de sus hallazgos, determinó la fecha exacta del solsticio de invierno, que coincide con el determinado por la ciencia astronómica.
Este ocurre pasadas las Mari KülaKuyen (13 lunas) o los MelyAntü (4 soles o cuatro estaciones), es la noche más larga y también la fecha precisa en que el sol comienza nuevamente a acercarse al hemisferio.
A partir del tiempo de WeTripantu, los días comienzan a aclararse kiñetrenkalalka (una pata de gallo). Todo este saber vino de observar que en este tiempo las bestias cambiaban sus pelajes y los árboles y plantas comenzaban a brotar nuevamente.
El pueblo mapuche se identifica con la tierra y con la naturaleza, y manifiestan feytayeninchenkiñemleyenfeytamapu mu (somos uno con la Tierra).
Por eso este tiempo es tan importante para las culturas originarias de Chile. Es un tiempo para dedicarle a Dios todo lo que debe renovarse, que Dios lo bendiga y prospere, que las cosechas sean ubérrimas, y que todo lo creado por el hombre esté bendecido por Dios.
Chile por aculturación, ha adoptado la cultura de quienes conquistaron estas tierras, pueblos civilizados del hemisferio norte. Sin embargo, ellos también celebran el año nuevo en el solsticio de invierno, Wetripantu del Norte, tiempo en que para ellos comienza también un nuevo ciclo de vida.
Fuente: Salesianos Valdivia – Comunicaciones Salesianos Chile