El fuego misionero encendido por Don Bosco en el Oratorio, continúa hoy en las casas salesianas cuando se presenta a los jóvenes grandes ideales a realizar en sus vidas; cuando se ofrece a los jóvenes la posibilidad de dirigir su generosidad a proyectos fascinantes de solidaridad y misión. Esta es el alma del voluntariado. por el P. Martín Lasarte, SDB En estos años, especialmente después del CG24, la Sociedad Salesiana ha reflexionado sobre la gran oportunidad pastoral, educativa, vocacional y misionera del voluntariado. Por eso, los sectores para la Pastoral Juvenil, y para las Misiones están promoviendo en las Inspectorías el desarrollo de este gran don para los mismos jóvenes, para la Congregación y para la transformación del mundo. En la sociedad y también en la misión salesiana podemos encontrar diversos tipos de voluntariado: el centrado en la educación del que lo realiza o de un compromiso oblativo más maduro; donde la dimensión social o la misionera está más acentuada. Hay voluntariados que duran un tiempo breve pero con intervenciones sistemáticas y con experiencias más intensas o también a largo plazo. Se puede hacer voluntariado en el propio país o en otras partes. El voluntariado según el espíritu salesiano, sin quitar la validez de otras formas, es el Voluntariado Misionero Salesiano:
Las riquezas del voluntariado en la misión salesiana regenera la pastoral, trasmitiendo un nuevo entusiasmo y nuevos horizontes. Efectivamente, es un medio privilegiado para el crecimiento, para la formación integral y para la realización del proyecto personal de vida y de descubrimiento vocacional. En fin, el Voluntariado Misionero Salesiano es una ayuda preciosa y concreta para la misión salesiana y una propuesta válida para la educación de la fe de los jóvenes. Fuente: InfoANS. |
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