El día 21 de abril, nuevo sismo de 6.2 grados se registró en las costas de Ecuador. La tierra sigue temblando. Junto a la desolación por la pérdida de seres queridos no encuentra tranquilidad y paz. El P. Jorge Molina, Inspector, llegó a Manta para conocer la realidad. “He venido para estar con mis hermanos salesianos – ha explicado el Inspector y ha continuado – No será fácil reconstruir, pero estaremos para apoyar, para dar respuesta a las necesidades humanas más importantes”.
Han pasado varios días del terremoto y las historias de milagros siguen apareciendo. “Tres personas fueron rescatadas con vida tras permanecer más de 100 horas entre los escombros que dejó el terremoto que asoló la costa central de Ecuador, mientras las esperanzas de hallar más sobrevivientes se diluyen con el correr de las horas”. El P. Inspector comunicó que siente la presencia de un Dios amoroso y cercano, en los hermanos del mundo entero. “he sentido la solidaridad y la oración de todos mis hermanos, sobre todo del Rector Mayor P. Ángel Fernández Artime”.
El P. Jorge llegó a Manta a reunirse con los hermanos salesianos y colaboradores de la obra salesiana para saludar y agradecer por la colaboración frente al terremoto. Realizó un recorrido de evaluación de los daños ocasionados por el terremoto conjuntamente con el P. Maffeo Panteghini, Ecónomo Inspectorial, que se encuentra desde el lunes con David Tello, Abogado de la Inspectoría y Marcelo Mejía, Delegado de Comunicación.
“La prioridad del apoyo se centrará en la atención sanitaria, el acompañamiento espiritual el trabajo pastoral”. Junto al P. Inspector llegaron seis buses, tres volquetes, dos camiones y tres camionetas llevando donaciones a las provincias de Manabí.
Viajaron para apoyar dos médicos y dos auxiliares de enfermería, quienes forman parte del primer equipo de voluntarios salesianos. “A esta cruzada humanitaria también se unieron muchas instituciones educativas, movimientos juveniles y obras salesianas. Cientos de niños, jóvenes y adultos han organizado campañas solidarias para recolectar productos indispensables como agua y víveres no perecibles. El trabajo que realizan los voluntarios es arduo. Los jóvenes Casa Don Bosco de Guayaquil, colaboran con la fabricación de ataúdes para los fallecidos e incluso Urnas ya que mucha gente no tiene recursos para enterrar a sus familiares.
Es cierto que “no podemos solucionar todo, pero podemos ayudar en algo”, es el lema de todos aquellos que quieren colaborar. Aquellos que deseen entregar un aporte pueden hacerlos por medio de www.salesianos.org.ec , www.misionessalesianas.org , www.donboscomission.de , www.salesianmissions.org ; http://bosconet.in/ecuador.asp
Fuente: InfoANS