En el templo de la parroquia María Auxiliadora de Santiago Centro fue celebrada la Misa Funeral del P. Gustavo Ferraris del Conte, el sábado 10 de enero. Presidió el Cardenal Ricardo Ezzati; concelebraron los obispos Pedro Ossandon, Auxiliar de Santiago; y Héctor Vargas, titular de Temuco. Estuvieron presentes también el Inspector, P. Alberto Lorenzelli, miembros de su Consejo; salesianos de varias comunidades de Santiago y alrededores y presbíteros de la Arquidiócesis. La numerosa asamblea casi repletó el templo de la parroquia, la mayoría integrantes de la Familia Salesiana y de la Fundación para el Crecimiento Matrimonial, creada gracias al ardor apostólico del P. Gustavo. Entre los asistentes estuvo presente también Giuseppina (Pinetta), hermana del P. Gustavo, que llegó a Chile hace algunos años para acompañarlo. Toda la celebración, en sus signos y mensajes, hizo notar la profunda huella que ha dejado el P. Ferraris en la Congregación e Iglesia en Chile. Como señalaba el Inspector en la misa de cuerpo presente de ayer, su clara identidad salesiana y sacerdotal y su docilidad al Espíritu Santo, le permitieron insertarse en la sociedad chilena y comprender desde dentro las realidades. Por eso, suman y suman los testimonios que hablan de un pastor bueno, fiel y solícito del rebaño de Cristo, con un apostolado fecundo, de profunda fe y amor a Jesucristo. Tanto en la misa de cuerpo presente celebrada ayer viernes –presidida por el Inspector-, como en la misa funeral de hoy sábado, presidida por el Cardenal Ezzati, y en las condolencias que siguen llegando al sitio de la Congregación, se testimonia a un hombre que sirvió a Dios con todo amor y generosidad. Al inicio de la celebración de hoy sábado, el Cardenal Ezzati señaló: “Venimos a despedir a un hombre sellado por la presencia de Dios”. El Pastor de la Iglesia de Santiago, además, destacó del P. Gustavo su vocación como salesiano, su fidelidad a los pastores, su trabajo por anunciar el proyecto de vida de Dios hasta el último día de su vida. El Cardenal Ezzati lo catalogó como un pastor de la belleza de la familia en los matrimonios; como un educador generoso e inteligente de los jóvenes; como un pastor que con mucha libertad e inteligencia ofreció a la gente orientaciones claras de cómo vivir el evangelio en la sociedad. En las homilías de hoy y ayer, el P. Alberto Lorenzelli destacó múltiples aspectos de la vida y personalidad del P. Gustavo. Recordó que llegó a Chile con sólo 16 años, dejando atrás su tierra y costumbres para asumir una nueva cultura que hizo suya por más de 78 años, que lo llevaron a nacionalizarse en 1960. En su etapa de primera formación como salesiano, fue una constante en él haber tomado muy en serio las indicaciones de sus formadores y el trabajo a fondo para reconocer y trabajar las cosas que debía mejorar. Durante muchos años le acompañaron dificultades en su visión –que pudo resolver más tarde con los avances de la Oftalmología-, sin embargo, no fue impedimento para llevar adelante su formación religiosa y la obtención del bachillerato en humanidades, mención matemática, en 1943, en la Universidad de Chile. Respondiendo a su deseo de profundizar estudios, los superiores lo enviaron a la Universidad Católica de Lyon, Francia, entre 1947 y 1948, para hacer cursos de Teología Pastoral, que eran una novedad en esos años y que sólo se daban en esa Universidad. Hizo clases de ética familiar en la Universidad Católica de Chile y fue asesor nacional del Movimiento Familiar Cristiano (MFC), muy fuerte e importante en la década del 50. Enviado por los superiores, llega a Punta Arenas en 1966 para asumir la Dirección del Liceo San José, labor que desempeñó hasta 1972 y que ejerció junto al servicio como Vicario General de la Diócesis, solicitado por el Obispo Monseñor Boric. Siendo Director del Colegio Salesiano de La Cisterna, entre 1974 y 1979, por petición del Cardenal Silva Henríquez asume también como Vicario Episcopal para la Zona Sur. Ejerciendo este servicio acompañó a muchas personas, familias y comunidades cristianas que sufrían la situación que vivía el país con el régimen militar. Ha sido recordado el esfuerzo del P. Gustavo por aplicar las directrices del Concilio Vaticano II, al cual participó como secretario del Cardenal Raúl Silva Henríquez con el fin de discernir con claridad los signos de los tiempos y crecer en la fidelidad al Evangelio. Recordó el Inspector que un profundo dolor marcó la vida del P. Ferraris: la tragedia de Lo Valdes, ocurrida el 7 de julio de 1953, donde 21 alumnos de cuarto y quinto humanidades, un sacerdote y amigo entrañable suyo y un profesor laico del Liceo San Juan Bosco –hoy Salesianos Alameda- donde era catequista y profesor, morían por una avalancha de nieve en el Cajón del Maipo, provocando una tragedia enorme para la Congregación y todo el país. En la homilía fue señalado también que, tal vez, su trabajo para ayudar a las parejas y las familias es el que ha calado más hondo. El P. Alberto destacó el mucho bien e impacto de los libros escritos por el P. Gustavo. “Se casan creyendo que…” se ha convertido en un best seller en ventas y significación, texto que aún se encuentra en librerías en ediciones renovadas, convirtiéndose así en un libro casi obligado de regalo para parejas o de autoayuda emocional”. A este título se sumaron “Creen educar, ¿y si sólo domestican?”, en el que busca resolver la pregunta ¿cómo educar para una libertad responsable para no ser víctimas de una libertad sin límites?, ofreciendo una propuesta liberadora en el dominio de sí para aprender a amar. En agosto de 2012 edita su último libro, que nuevamente se posicionará en las librerías y en los comentarios de muchos: “Feliz de hacerte feliz”, una sobrecogedora obra, centrada en relaciones vitalizantes de amor de pareja. La consolidación de su trabajo en el ámbito de las familias se materializa la “Fundación para el Crecimiento Matrimonial”, movimiento que hace unos años ya tiene su sede y más de 100 matrimonios que adhieren a sus principios y siguen dando talleres de formación y de crecimiento en la vida de pareja. Al cierre de su mensaje, el Inspector recordó un hecho reciente del P. Gustavo que demuestra la preparación alcanzada para su pascua: “Les recuerdo lo último que hizo en público el P. Gustavo: participar, junto a sus hermanos salesianos en los Ejercicios Espirituales anuales. Ahí rezó con más atención, reflexionó sobre la vida religiosa de hoy, se confesó y se dispuso para el encuentro definitivo con Dios. Arrastrando sus pies, llegaba a las conferencias del predicador, así como a la celebración litúrgica. En la misa de clausura, el pasado jueves, en la oración de los fieles puso la siguiente intención: “Oremos por aquel primero de nosotros que ha de morir, para que se disponga de buen agrado al llamado del Señor“. Él fue el primero en ser llamado, quizás el más y mejor preparado del grupo, pues hace tiempo que se disponía para este momento con total serenidad y buen deseo…”. Este domingo 11 de enero será celebrado la última Eucaristía en su sufragio, también en la parroquia María Auxiliadora de Santiago Centro, a las 09.00, luego de lo cual su cuerpo será llevado al cementerio católico, para realizar los últimos ritos a las 11.00 hrs. Fuente: Oficina de Información Salesiana (OFISA) |
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