Ariel Carrasco, alumno de 4º medio del colegio “El Patrocinio de San José”, es el nuevo campeón de la Liga Escolar Nacional de Esgrima. Este patrociniano forma parte de una familia de cuatro hermanos. Sus padres son Marco y Sonia. Su alto desempeño en la disciplina de la Esgrima le ha permitido obtener varios torneos a nivel nacional y representar a Chile en el concierto internacional. A continuación la reproducción parcial de una entrevista concedida al equipo de comunicaciones del colegio: – ¿Cómo te iniciaste en la esgrima y quiénes han sido tu principal apoyo en este deporte? Mi papá es quien practicaba esgrima, una cosa en realidad desconocida para un niño de 8 años, distraído. Se presentó la oportunidad de asistir a una de sus competencias. Se convirtió entonces en algo muy interesante para mí, por ser un deporte individual, rápido y bello que es, por lo complejo y exótico. – ¿Qué logros deportivos han sido significativos para ti? Los logros que más me han emocionado en orden cronológico han sido: Mi primera medalla en una competencia escolar, la copa Bicentenario del año 2009. Con menos de un año de esgrima y viendo como poco a poco conseguía subir más, obtuve mi primera medalla de plata. Tras aquella copa, se conmemoró la muerte del antiguo esgrimista “Rodrigo Muñoz”, realizando la copa que lleva su nombre. En esta prueba obtuve un primer lugar. Este año, el último de colegio para mí, con el resultado de todas las pruebas de ranking del año a lo largo de todo Chile, en suma, me pusieron en el podio como el campeón de la liga escolar nacional. – Se dice que a un deportista de elite como es tu caso, siempre le cuesta compatibilizar sus estudios con el deporte. ¿Cómo has logrado ese equilibrio? No es imposible, pero la verdad, el motor no puede ser la gloria o el premio, no son suficientes. Convierten al deporte en una obligación autoimpuesta. Se necesita que sea un deporte del que se guste, que llene y que, además, el individuo guste del deporte en general, del ejercicio. Esto sí lleva a la persona a tomar una determinación y esforzarse para cumplirla, teniendo obstáculos y sacrificios en el camino. Uno llega a tener la capacidad de organizarse, de evitar desajuste y de abandonar lo que se deba. Yo, por ejemplo, hago muy poco uso de videojuegos, aunque me gusten mucho. Estudio a veces apurado, pero tratando de que el aprendizaje sea el mejor posible para ganar tiempo. La comodidad es un tema, se debe luchar contra la comodidad y la pereza, son enemigas de todos. – Ahora que estás a punto de egresar ¿Qué sientes en tu corazón y qué mensaje le dejarías a tus compañeros que siguen estudiando en el colegio? Estoy a punto de entrar a otra etapa. Dejaré el colegio y dejaré atrás todo resto de niñez. Me gustaría que las cosas siguiesen igual y permaneciese en el colegio, pero así son las etapas, con cosas buenas y cosas malas. La verdad, no es malo salir del colegio, el problema es la incertidumbre. Hay un sentimiento de patriotismo, de lealtad hacia el colegio en estas situaciones y causa nostalgia… Salir del colegio es dejar lo conocido, entrar a lo incierto, dejar a una gran familia que lo ha sido por años, que participa de las vidas de los alumnos y los guía y acompaña. Para los que estén asustados por el hecho de que un día saldrán, piensen en lo bueno que les ofrece el mundo en esta etapa, que todo es cambio y que no se puede obtener nada sin dejar algo. Es normal y deben ser positivos y entusiastas. Y para mis compañeros que no ven la hora de salir, aprovechen, disfruten lo bueno y que lo malo y el desafío de mejorar no los ciegue. Fuente: Comunicaciones PSJ – OFISA |
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