Mons. Cristián Contreras V.: “Selección chilena: nada que lamentar”

Así es. Nada que lamentar. Un equipo chileno bien dispuesto, sin ningún tipo de complejos. Hizo un excelente partido ante Holanda, con un 64% de posesión del balón. Faltas cometidas por los Tulipanes 26, y 13 por los del Copihue chileno.

Pero estábamos ante una Holanda especialista en jugar en zona, no dejando al adversario desplegar su juego, con marcas personales irrenunciables. Pura planificación y también de respeto por nuestra Selección. Respeto que no tuvo con el equipo de España, a la que goleó. Sin embargo, la Selección atacó mucho, pero estuvo lejos de hacer daño a la escuadra holandesa.

Hay escuelas futbolísticas, como la del “catenaccio” italiano; hay equipos que dependen de un solo jugador, como Messi de Argentina y antes con el genio de Maradona. Holanda aplicó lo suyo, y asestó dos goles. ¿Evitables? No es necesario hacer esos análisis. Pudo haber sido empate a cero; también a uno. Pero el fútbol tiene imponderables.

El partido fue una final en el sentido que las finales son apretadas, con muchos roces, donde aparecen jugadores buenos pero mañosos, como Robben y Sneijder, aunque este último fue irrelevante, siendo suplantado. Cometieron faltas reiterativas, al mejor estilo rioplatense de antaño. Un árbitro que no estaba para este tipo de partidos, pero que tampoco influyó en la victoria de los holandeses.

Los dos cambios realizados por el entrenador tulipán, fueron acertados. Hicieron los goles. Quizás los cambios chilenos debieron haber sido al mismo momento, para cambiar la fisonomía del partido. Chile ya estaba clasificado para los octavos de final. Empatar o perder no cambiaba este gran logro.

Ahora viene otra etapa, una vez más con Brasil. Tengo muchas esperanzas. La Selección chilena no tira para atrás. Va hacia delante. Y eso es una nueva mentalidad.

Una sola cosa para concluir: extraño que los partidos de la fase final del Grupo A, con Brasil, estén jugando después de la definición del Grupo B, donde está Chile.

Hasta el próximo sábado, Dios mediante.

Fuente: Prensa CECh