Mons. Guillermo Vera, recién asumido obispo de Iquique, pasó la madrugada acompañando a enfermos y personas que evacuaban desde la zona costera. “Las personas, templos vivos del Señor, son nuestra primera prioridad en este momento”, ha señalado el obispo de Iquique, mons. Guillermo Vera, al referirse a la situación en su diócesis luego del terremoto de 8,2 grados que se registró este martes 1 de abril y que obligó a la evacuación de las costas del país por alerta de tsunami. Mons. Vera había tomado posesión de la diócesis el pasado sábado 29 de marzo, en una ceremonia a la que asistieron el Nuncio Apostólico, mons. Ivo Scapolo, el presidente de la Conferencia Episcopal, card. Ricardo Ezzati, y varios otros obispos, además de autoridades locales y representantes de la sociedad civil. Tras proceder a la evacuación de su residencia junto a su madre, Mons. Guillermo Vera estuvo gran parte de la madrugada acompañando a las personas en esta situación de aflicción y visitó a los enfermos del hospital local. Durante este miércoles, el obispo ha realizado, junto a sus colaboradores, un recorrido por las parroquias de la ciudad y, a través de las comunidades parroquiales y colegios de Iglesia, se realizará un diagnóstico de la situación que enfrentan las personas y comunidades, para conocer las principales necesidades y demandas. A las 20 horas se celebrará una eucaristía en la catedral de Iquique, que será presidida por monseñor Vera, para orar por el eterno descanso de las víctimas. Fuente: Comunicaciones Iquique – Prensa CECh |
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