Cardenal Ezzati: “Quiero seguir siendo siervo de Cristo Jesús enviado por el Padre para evangelizar”


En el templo Catedral, cientos de feligreses de la Arquidiócesis de Santiago recibieron a su Arzobispo, Mons. Ricardo Ezzati, este martes 4 de marzo, luego de que el Papa Francisco lo creara Cardenal de la Iglesia Universal.

Después de tres semanas fuera de la Arquidiócesis, regresó Mons. Ezzati a Santiago con este nuevo servicio que lo llama a colaborar más estrechamente con el Sucesor de Pedro, convirtiéndose así en el séptimo obispo de la Iglesia de Chile y el segundo salesiano  – después del Cardenal Raúl Silva – al que se le ha confiando esta tarea.

Sólo la toma de posesión de la sede Arquidiocesana en 2011 se igualó a la gran fiesta vivida este día, que congregó en el principal templo de la ciudad a gran parte de los religiosos, religiosas, diáconos, sacerdotes y obispos de Santiago y de varias diócesis. Estuvo presente también el Nuncio Apostólico, Mons. Ivo Scapolo, el Cardenal Jorge Medina y el Cardenal Francisco Javier Errázuriz. En la asamblea cientos y cientos de feligreses.

Entre los sacerdotes concelebrantes se encontraban una gran cantidad de salesianos de las comunidades de Santiago y aledañas, además del Obispo Emérito de Punta Arenas, Mons. Tomás González.

Para hacer sentir al Cardenal el aprecio no sólo de la Iglesia de Santiago sino que también de todo el pueblo de Chile, la liturgia consideró diferentes momentos adicionales, como el esquinazo del grupo “Los Grillitos” antes de ingresar al templo; el canto a lo divino interpretado por el cantor popular Francisco; y la entrega de dos obsequios al final de la celebración: un cuadro con su escudo episcopal que será puesto en la Catedral y un pectoral con la cruz de Chile. En este último obsequio participó en la entrega el salesiano P. Gustavo Ferraris.

En la homilía, el Cardenal Ezzati señaló que en el momento mismo de su creación cardenalicia pudo vivir una profunda experiencia de comunión con el Papa Francisco.

Indicó además que entre las varias actividades de su paso por Roma, dejó un momento para visitar el pequeño pueblo donde nació, lugar donde renovó la conciencia de ser un hombre sencillo y humilde.

“Quiero seguir siendo siervo de Cristo Jesús enviado por el Padre para evangelizar… La vida de un sacerdote o de un obispo no tiene otro horizonte que este”, señaló el Obispo.

El Pastor además pidió a la asamblea que recen por él, para que en el ejercicio del nuevo servicio confiado, pueda ser un buen samaritano y un buen pastor.

En cuanto al trabajo de colaboración con el Papa Francisco, Mons. Ezzati destacó la misión evangelizadora, que considera en primera instancia a las personas, el tiempo y la cultura, de manera tal que favorezca el encuentro con el Señor.

“Creemos que el Evangelio del Señor es el bien más grande de nuestra Patria… Es lo mejor que podemos ofrecer a las nuevas generaciones”, concluyó.

Fuente: Oficina de Información Salesiana (OFISA)

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