Realidad salesiana del Sagrado Corazón, donde el Papa se sintió como en casa

Dos días después de la visita del Papa Francisco, en la obra salesiana del Sagrado Corazón, todavía se puede sentir la euforia de ese acontecimiento histórico. Pero si los recuerdos y las emociones todavía tienen que terminar de saborearse, todas las actividades ya se retomaron con su habitual celo. Porque tal vez dentro de las razones que han atraído incluso al Papa a esta casa salesiana está justo el ardor apostólico y misionero salesiano que involucra a toda la comunidad.

“El encuentro con el Papa estuvo cordial y espontáneo – explica sor María Mercedes Guaita, de las Misioneras de Cristo Resucitado – Papa Francisco ya nos conocía muy bien porque nuestra comunidad nació en América Latina y tenemos la sede en Buenos Aires, y era justo él quien nos acompañaba en nuestro camino de joven instituto. Así que lo primero que hicimos a su llegada – la hermana continúa – fue regalarle los documentos de nuestra Asamblea de Animación General, en los que él estaba interesado… Y entonces todo estaba preparado para hacerlo sentir en casa: durante la Misa cantamos en español, en el presbiterio se colocó la imagen de la Virgen de Luján, Patrona de Argentina, antiguo regalo de los Exalumnos Salesianos, y en el encuentro con la comunidad religiosa le ofrecimos el infaltable mate y algunos alfajores, galletas tradicionales”.

En el momento compartido con la comunidad, aunque breve, cerca de 15 minutos, fue muy significativo. El encuentro con las tres comunidades salesianas de la casa – nacional, inspectorial y local, así como varios miembros del Consejo General – el Papa habló sobre diversos aspectos y temas pastorales, mostrando gran interés en esta obra, situada en el centro de Roma, pero que representa un puesto de avanzada misionera en las periferias humanas que son tan queridas por él.

El Pontífice conoció el “Proyecto Misionero Sagrado Corazón”, una buena práctica desarrollada en el ámbito del proyecto Europa que ve como corresponsables en el mismo grado a la comunidad salesiana y a las Misioneras de Cristo Resucitado.

A través de este proyecto, los religiosos y las religiosas ofrecen a los jóvenes caminos de fe que los llevan a encontrarse con Jesús; y al mismo tiempo que ofrece opciones de voluntariado entre las personas sin hogar, los refugiados o los enfermos que hacen experimentar el amor hacia la hermanos. La pastoral es llevada a cabo de tal manera que a menudo las personas que se acercan a los caminos de fe terminan también comprometiéndose en el voluntariado; mientras que los que empiezan como voluntarios descubren en el servicio las preguntas de sentido que los llevan a cuestionarse sobre la fe y sobre la figura de Jesús.

Entre las áreas de trabajo de la comunidad también se presta gran atención a las parejas jóvenes, que se acompañan a través de las reuniones mensuales de formación comunitaria. Actualmente hay cerca de 50 jóvenes familias que vienen acompañadas.

El Papa ha expresado su sincero agradecimiento por estas iniciativas pastorales y la creatividad que las sustenta e invitó a la comunidad a seguir escuchando a la gente, y a permanecer al lado del pueblo de Dios.

Fuente: InfoANS

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