En Filipinas continúan los esfuerzos humanitarios para ayudar a las personas afectadas por el tifón Haiynan y ya comienzan a proyectar las primeras iniciativas después de la fase de emergencia, con relación a la restauración de las estructuras y actividades normales. Entre las muchas actividades realizadas en el ámbito salesiano se reportan aquellas de las cuales hemos recibido detalles en la redacción. Desde la comunidad salesiana filipina llegan buenas noticias con respecto a la consolidación de los procedimientos de socorro. También se ha preparado un equipo de 8 personas, entre salesianos y laicos, que coordina las operaciones de campo. Se añadirán dos personas más, una Hija de María Auxiliadora y una hermana franciscana del Instituto Pro Infante et Familia. Varios salesianos fueron desplegados en la isla de Panay, para trabajar con la diócesis en la distribución de kits de socorro. Incluso la cadena humanitaria se ha refinado: los productos se compran directamente en Iloilo y son distribuidos en la zona afectada, con el consiguiente ahorro en los costes de traslado. También los alumnos colaboran con los procedimientos de embalaje. Desde el martes, gracias a la colaboración de los Salesianos de Filipinas Norte, está activo un canal de radio para comunicarse con la obra salesiana de Borongan y se está tratando de ampliar el contacto para obtener información de otras entidades que necesitan ayuda en la región. También se espera para el sábado enviar un camión de ayuda en la zona de Samar Oriental. La ONG salesiana española “Solidaridad Don Bosco”, parte del Don Bosco Network ya ha asignado un primer aporte que se utilizará para la compra de diversos productos incluidos en el Plan de Socorro 2; mientras que la austriaca “Jugend Eine Welt – Don Bosco Aktion Austria” (JEW) está a punto de enviar dinero, galletas energéticas y pastillas para purificar el agua. Para ocuparse del transporte de estos materiales en el campo estarán los voluntarios de otra ONG austriaca – Hope87 – que serán recibidos por las FMA de Cebu y distribuidos en al menos tres ciudades de la isla de Bantayan, gravemente afectadas por el tifón. “Hacemos todo lo posible para organizar las ayudas y estamos muy agradecidos por el gran apoyo que hemos recibido”, dijo el Sr. Reinhard Heiserer, co-fundador y director ejecutivo de la ONG JEW. Tras varios contactos realizados en los últimos días entre los distintos miembros de Don Bosco Network, hoy comienzan los primeros contactos para desarrollar un plan de reconstrucción y rehabilitación, que implica no solo la ayuda en la fase de emergencia – con el envío de alimentos, tiendas de campaña, medicinas… como ha sido hasta ahora – sino también las acciones y trabajos para un retorno gradual a la normalidad. Hay varias áreas que ya son aptas para comenzar con esta fase. Sin embargo, las operaciones serán vigiladas con sumo cuidado y previsión. El objetivo, de hecho, no es solo para la construcción de viviendas que sean abrigo de la población, sino un hogar, una escuela o un centro capaz de soportar cualquier otro desastre natural. Fuente: infoans.org |
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