“Chile se ha convertido en un punto de referencia en auto sostenimiento”

El tesorero general del Celam, P. Raúl Islas, visitó Santiago el 23 y 24 de octubre, con el objetivo de conocer la estructura del 1% en Chile.

La perspectiva es formar un modelo para proponer a la Iglesia de Latinoamérica, sumando esta experiencia a otras recogidas en el continente. Junto al director de la Oficina de Proyectos del Celam, Ricardo Ardilla, sostuvo un gran número de reuniones con representantes de la Iglesia local, adentrándose así en los objetivos, estrategias y experiencias del 1% a nivel nacional, arquidiocesano y parroquial.

Según manifestó el P. Islas, tras los encuentros, las ideas preconcebidas que tenía del 1% cambiaron: “Me quedo con un sabor de que el 1% es un medio de evangelización, es un medio de hacer Iglesia: todo se comparte, el aspecto material y la vida, porque permite el encuentro personal entre el visitador y el donante, y entre el párroco y las necesidades de su gente, y entre el pueblo y las necesidades de la parroquia. Me cambió la visión que traía, ya que vi que el dinero es lo secundario, es el fruto de la evangelización, del encuentro”, dijo.

¿Qué rescata principalmente de la visita?

Después de las primeras reuniones, empezamos a darnos cuenta que el 1% no es solo una cuestión económica, de obtener recursos, sino integral, de corresponsabilidad; mirando que lo que se pretende captar es la participación humana hacia la misión de la Iglesia, en los ámbitos de tiempo, talentos y recursos económicos.

¿Por qué eligieron visitar Chile?

Hay países, diócesis e incluso congregaciones con experiencias muy propias en auto sostenimiento que también estamos conociendo. No obstante, para nosotros Chile se ha convertido en un punto de referencia, por varios motivos: Es la experiencia que tiene más años en Latinoamérica y es la que tiene mayor solidez en este momento. De tal manera que podemos garantizar que con cobertura a nivel nacional es la única que existe 100%. En Chile, además, ya hay cultura del 1%, en cambio en otros países apenas se está invitando a formarla.

¿Por qué el tema del auto sostenimiento es un tema importante para el Celam?

Hemos vivido desde el principio de lo que Europa nos comparte, lo que no es malo, pero hoy la Iglesia en Europa está en una situación de fe y económica particular, con menos donantes, lo que si se suma a la multiplicación de proyectos en Asia, África y América Latina, hace que cada vez sea menos el monto que se puede estar compartiendo. Otro elemento es que las agencias de ayuda también esperan que ya a lo largo de estos años hayamos encontrado caminos para que la Iglesia se sostenga por sí misma. La idea no es independizarse de la Iglesia europea; lo más importante es que nosotros nos afiancemos. Por eso encontramos que estamos en el momento preciso en el que la iglesia latinoamericana puede comenzar esta etapa.

¿Qué pretenden hacer con todo lo recopilado?

Sin duda que cada país tiene sus propias realidades, sus propias estructuras y también su propio sustento. Entonces no pretendemos uniformar la Iglesia, pero sí dar esta visión de que la Iglesia puede sustentarse y no necesita quedar ajustada con el poco dinero que nos llegue, sino que podemos generar nuestros propios recursos con todo el potencial con que disponemos. En base a todas estas experiencias, rescataremos lo más que se pueda para mirar cómo se puede repetir o implementar una práctica en otras conferencias episcopales.

De Chile quisiéramos rescatar toda la conciencia católica que existe, del compartir la comunión de bienes, de la inserción de laicos con la misión de la Iglesia, de la corresponsabilidad, de que también el sacerdote acompaña al laico en este cuidado de los bienes, etc. Por eso nos interesa ponerlo en marcha, porque consideramos que es el plan más integral, aunque no necesariamente el más retribuible económicamente.

¿Estructurarán un material?

Consideramos que podemos agrupar de todas estas herramientas que ayuden a las conferencias episcopales que estén buscando ya algún camino de auto sostenibilidad. La idea es captarlas, integrarlas y elaborarlas para sacar el mejor material y ponerlo a disposición de la Iglesia latinoamericana. Para ello, pondríamos al alcance de las conferencias directamente el enlace de persona a persona, entre obispos, sacerdotes y laicos responsables; también crearíamos una plataforma virtual, que desde cualquier diócesis de la región se pueda mirar, con todo el esquema, programas, etc. Otra, en la que cualquier sacerdote o encargado descubra todos los cursos que hay, para la formación de los equipos. Y por último, una biblioteca, también virtual, que contenga todos los subsidios que hay: desde trípticos, manuales, bocetos de publicidad, hasta catecismos ya propiamente impregnados con una concientización de la corresponsabilidad en la comunión de bienes.

Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago

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