El miércoles 11 de septiembre fueron celebrados los funerales del P. Marcos Tarditi, salesiano misionero italiano de 90 años. A continuación la homilía del P. Inspector Alberto Lorenzelli, que describe la personalidad de quien fuera considerado un santo salesiano. {phocadownload view=file|id=935|text=Descargar Homilía|target=s} Algunos extractos de la homilía: “No dejamos de dar gracias a Dios por el ministerio sacerdotal de quien entregó su vida acompañando las preocupaciones y proyectos vitales de tantos jóvenes, hoy ya padres de familia; las inquietudes de sus alumnos de colegio e instituto donde no sólo fue profesor, sino además maestro y pastor. La vivencia espiritual de tantos y tantos jóvenes salesianos en formación que en el encontraron la guía espiritual y el confesor a los que sirvió con solicitud y constancia”. “Nuestro hermano vivió con austeridad, sencillez, pobreza absoluta. No buscó nunca figurar ni teorizar. Era un hombre de trabajo, de oración simple, de pocas palabras, de buen sentido del humor, de piedad sincera. En su apariencia externa, por su rostro adusto y curtido por el sol, aparecía como un hombre severo y complejo, pero era todo lo contrario: manso, cercano, bondadoso, varón santo”. “Sabemos que la vida no fue fácil para nuestro hermano. En su juventud, cuando Europa y el mundo de veían oscurecidos y martirizados por la Gran Guerra, sufrió del confinamiento en un campo de concentración nazi, lo que dejará huellas para toda su vida. Provenía, como sabemos, de una familia de campesinos, que ingresó ya mayor a la Congregación, que los estudios no fueron su fuerte, que prefirió el trabajo concreto y directo en el campo, donde entendía muy bien todo lo que esto significaba. Sabemos también de sus deseos de servir en fidelidad hasta la muerte, de vivir pobre y en continua oración, de ser signo y portador del amor de Dios a los jóvenes. Nuestro hermano no cambió el mundo, pero sí cambió el corazón de muchas personas como confesor y confidente, que lo buscaban para reconciliarse con Dios. Este ministerio era buscado muy a menudo y en gran número por sus propios hermanos en Congregación”. “Podemos afirmar que el P. Marco nos ha dejado un alto ejemplo de consagración, con todas sus consecuencias. Fue radical en todo, renunciando el visitar a sus parientes y tener algo personal. Dios nos ha dado un hermano generoso y bueno, sencillo y disponible, santo y esplendoroso en su vida”. Fuente: Oficina de Información Salesiana – OFISA Noticias relacionadas:
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