Mons. Ezzati: El salesiano que no sale de sí para entregarse totalmente a la evangelización, pierde lo mejor de la vida de los jóvenes


Durante la tarde del primero día de Capítulo, lunes 27 de mayo, tuvo lugar el acto inaugural en el teatro del ex Posnoviciado, también en Lo Cañas. Allí, salesianos capitulares e invitados compartieron las reflexiones de Mons. Ricardo Ezzati, para posteriormente celebrar la Eucaristía.

“Estar con Él y ser guiados por Él” fue la primera idea desarrollada por el Arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal. “San Marcos, en el tercer capítulo del evangelio, describe la constitución de la comunidad de los apóstoles con las conocidas palabras ‘El Señor instituyó a los doce, para que estuvieran con Él y para enviarlos’. Allí está la radicalidad de la vocación cristiana y de ser miembros de la Iglesia”, explicó.

El prelado señaló que este acto de creación del Señor Jesús es aparentemente contradictorio, sin embargo, ambos conceptos van íntimamente ligados: Estar y se enviados. Luego destacó que la Congregación Salesiana debe aceptar esta dualidad, estar y salir, permanecer y ponerse en movimiento. La comunidad salesiana en comunión, fuertemente arraigada  en el Señor, pero lanzada a los jóvenes. 

“La Iglesia y la Congregación- dijo- no puede vivir replegada sobre si misma, sino lanzándose a un compromiso social y de justicia, de estar siempre atenta, en espíritu de solidaridad con todos”.

Recordó que hace años, en ese mismo lugar, el sucesor de Don Bosco, P. Egidio Viganó, le dijo al  Cardenal Silva Henríquez palabras que el mismo Arzobispo había dicho: “Nosotros tenemos que hacer cosas grandes” y las cosas grandes se hacen cuando el cimiento es profundo, insistió.

Censo

Como segundo punto de su intervención, el Arzobispo repasó algunas cifras del último Censo, en las que queda de manifiesto que en la diócesis de Santiago, el 65% de los habitantes se declara católico, mientras que el 15% dice no pertenecer a ningún credo. Estos últimos en su mayoría, están en el rango etario que va desde los 15 a los 30 años.

Según monseñor Ezzati, el primer desafío de los salesianos es cómo alimentar la fe de este 65%. Hizo hincapié que la misión de la Congregación en relación a la educación cristiana de los jóvenes tiene mucho que hacer en este sentido, pero llamó a evitar el desgaste que se produce por un activismo que no apunta a lo esencial: “Muchos no nos detenemos, sino que sustituimos con más actividad la falta de motivación por lo que hacemos”, dijo.

Finalmente quiso detenerse en el gran desafío de ese 15% que se declara no creyente y que pertenece al ámbito de la misión salesiana: los jóvenes.

Enfatizó que en una sociedad secularizada y que ignora la presencia de Dios, se hace cada vez más urgente que los salesianos pongan todos sus esfuerzos en evangelizar a los jóvenes: “Es una tarea que no podemos dejar al lado de nuestra tarea de salesianos consagrados a Dios y en la radicalidad del seguimiento de Jesucristo. Necesitamos duplicar nuestro entusiasmo y el testimonio de nuestra santidad de vida, para que los jóvenes, a través de nosotros, como mediadores, puedan encontrar a Jesucristo, como nos pidió el Papa Francisco”.

Agregó que “El salesiano que no sale de sí para entregarse totalmente a la evangelización de los jóvenes, pierde lo mejor de la vida de los jóvenes. Qué poco produce el ser gestores de obras, cuánto más en cambio es fecunda la tarea de aquel que se presenta como un mediador del encuentro con el Señor”, finalizó. 

La reflexión de Mons. Ezzati intercaló con la presentación de la orquesta del Centro Educativo Salesianos de Alameda, dirigida por el profesor Rodrigo Ahumada.

Fuente: Área de Comunicaciones

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