Monseñor Ezzati: “Invitaré al nuevo Papa a Chile”

El Arzobispo de Santiago conoce personalmente a Francisco I y destacó su sencillez y solidaridad, fue el primer Cardenal extranjero que envió ayuda a Concepción, luego del terremoto del 27 de febrero de 2010.

A las 16:12 se escuchó fuerte el “Habemus Papam” (Tenemos Papa), pero nadie imaginaba que se trataba del cardenal Jorge Mario Bergoglio (76), Argentino, y único jesuita en el Cónclave. El ahora Papa Francisco I saludó en la Plaza de San Pedro casi sin ornamentos, “Todo comenzó con la elección del nombre Francisco, que es la imagen de la sencillez, de lo simple”, dijo monseñor Ricardo Ezatti, Arzobispo de Santiago, sobre el nuevo sucesor de Pedro, y agregó: “Es el primer Papa latinoamericano en la historia de la Iglesia, estoy convencido que será un gran Pontífice. Lo conozco, es un hombre de fe, un teólogo sencillo un fiel representante de nuestra Iglesia latina, que tiene mucho que aportar a la Iglesia universal. Además muy solidario, fue el primer Arzobispo extranjero que me ofreció su ayuda, luego del terremoto del 27 de febrero”.

El apoyo luego del terremoto no es el único vínculo de Su Santidad Francisco I con Chile. Según señala su biografía oficial, en 1958 ingresó al noviciado Jesuita de nuestro país, que estaba ubicado en la actual casa de retiros Padre Hurtado. De esta forma, el nuevo Sumo Pontífice cursó en Chile, entre otras materias, ciencias clásicas, historia, literatura, latín y griego, lo que indudablemente lo unió a nuestro país de manera determinante.

Además el Arzobispo de Santiago contó que hace unos meses envió una carta al entonces Papa Bendicto XVI para invitarlo a Chile. La misiva, firmada por más de 10 mil jóvenes chilenos, pretendía que el Santo Padre viajara a nuestro país luego de participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que se realizará en Río de Janeiro Brasil en julio próximo. Sin embargo, cuenta monseñor Ezzati, que la respuesta fue negativa, “Me dijo que estaba muy anciano, pero que lo dejáramos en las manos de la providencia de Dios. Yo creo que él ya sabía que dejaría su Pontíficado. Esta misma noche le escribiré un mensaje a Franciso I y le reiteraré la invitación para que venga a Chile”.

Biografía por Radio Vaticana y www.zenit.org

Jorge Mario Bergoglio, 76 años, nació en el barrio argentino de Flores en el Gran Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936. Tras estudiar como técnico químico eligió el sacerdocio y entró en la Compañía de Jesús.

Estudio filosofía y teología en ambas facultades del Colegio Máximo San José. Fue maestro de novicios y profesor universitario en teología, provincial de los Jesuitas en su país y presidente de la Conferencia episcopal del 2005 al 2011. El 13 diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote. Cumplió un postgrado en la Universidad de Alcalá de Henares y en 1986 concluyó su tesis doctoral en Alemania. Juan Pablo II lo creó cardenal en el 2001.

Según indiscreciones, en el cónclave de 2005 la última votación lo vio protagonista junto a Ratzinger. Tiene una fuerte experiencia pastoral, se caracterizó por decir verdades siempre de manera clara. Su pagina en Facebook cuenta más de 37.000 ‘me gusta’ aunque no es él quien la cuida. Viaja normalmente en subterráneo, metro o medios públicos.

No da entrevistas por lo que los periodistas toman sus declaraciones de las homilías. Se enfrentó fuertemente con las autoridades locales en temas como aborto, matrimonio homosexual y liberalización de drogas.

El cardenal primado de Argentina tomó siempre una posición cercana a las clases menos favorecidas, y de reciente criticó a los sacerdotes que no aceptan bautizar a bebés extramatrimoniales, según indicaron los medios locales.

A los religiosos le pidió “salir a dar testimonio e interesarse por el hermano” porque la cultura del encuentro “nos hace hermanos, nos hace hijos, y no socios de una ONG o prosélitos de una multinacional”.

En diversas oportunidades criticó fuertemente la corrupción y la trata de personas con imágenes fuertes: “Se cuida mejor a un perro que a estos esclavos nuestros”. O “la esclavitud está a la orden del día, hay chicos en situación de calle desde hace años, no sé si más o menos, pero hay muchos”. Se “sigue fracasando en librarnos de la esclavitud estructural”. “En esta ciudad está prohibida la tracción a sangre” si bien “todas las noches veo carritos cargados de cartones y tirados por chicos, ¿eso no es tracción a sangre?”.

Recordó que “hay chicas que dejan de jugar a las muñecas para entrar en tugurios de la prostitución, porque fueron robadas, vendidas o traicionadas”. Criticó fuertemente el “limitar y eliminar el valor supremo de la vida e ignorar los derechos de los niños por nacer”. Y aseveró: “el aborto nunca es una solución”. Se opuso a la liberalización de drogas y exhortó a los jóvenes a no creerles a “los mercaderes de la muerte”.

Advirtió que su país “no se cimentó con delirios de grandeza desafiantes”, e invitó a ir “más allá de las diferencias”. Criticó la falta de “humildad” de los gobernantes y la “veleidad” como un desvalor “que carece de toda propuesta”.

Sobre Aparecida indicó que “la inspiración del Espíritu es la gran luz que hubo ahí. Sombras son las mil y una cositas que trababan y tuvimos que superar”. “Todo fue un complejo de luces y sombras y que ganó la luz”.

Siempre se mostró reacio a obtener encargos de un cierto peso en la Curia Romana, si bien fue nombrado consultor de la Pontificia Comisión de América Latina; miembro de las Congregaciones para el Culto Divino y la disciplina de los sacramentos; del Clero; de los Institutos de Vida Consagrada, del Consejo postsinodal, y de la presidencia del Pontificio Consejo para la Familia.

La fuerza de la Iglesia -indicó el purpurado en el sínodo sobre la nueva evangelización- está en la comunión y su debilidad en la división y en la contraposición.

Fuente: Comunicaciones Santiago

www.iglesiadesantiago.cl

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